one shots [TWH] Vol. 2

80-. enemigos

Personaje: loki
Advertencia:  contenido sexual, violencia, secuestro, manipulación y que al vato no le importen sus sentimientos.

Despierto aturdida, mi cabeza duele mucho y no puedo abrir los ojos, intento moverme pero hay cuerdas alrededor de mi cuerpo. Entre varios intentos por abrir los ojos, al fin lo logré aunque mis párpados pesaban demasiado. Frente a mí estaba Loki.

—¿Qué hago aquí? ¿Y por qué estoy amarrada?– pregunté de inmediato.

—al fin despiertas– sonrió de manera perversa –estas aquí para darme información sobre los vengadores– hablo y solté una risita –y estás amarra es una medida de precaución para evitar que escapes– asentí.

—okey creo que entiendo cómo funciona– sonreí.

—¿Cómo puedo separar a los vengadores?– me encogí de hombros –contesta o ¿Es que acaso quieres que te castigue por desobedecer?– sonreí burlona.

—no tengo porque responder loki, tú un dios como te haces llamar, por favor nadie te conocía hasta que atacaste Nueva York– dije con veneno.

—bien, si así lo quieres– se acercó a mi –debes comprender reglas que debe de seguir un prisionero– acaricio mi mejilla –la primera es no ignorar las órdenes que te dan, solo para desafiar– su otra mano se fue a mi pecho, lo estrujaba con fuerza –tienes que decir si prefieres sufrir o cooperar– susurro en mi oído.

—nunca he Sido prisionera de alguien– me encogí de hombros –pero pues si voy a sufrir asi por desobedecer, joder seré muy desobediente– sonreí.

—Me gusta tu espíritu, Amanda. Pero créeme te puedes arrepentir de esa decisión– dice con una gran sonrisa. Se separó de mí y tomo mi barbilla entre sus dedos –esto va a doler– dijo riendo.

Antes de poder asimilar sus palabras, sentí como su mano se estrellaba contra mi mejilla. El ardor y el dolor se hicieron presentes de inmediato, dejándome un poco aturdida.

—¡¡Auch!! Eso dolió– me queje, lo mire con una sonrisa –a ver dame otra– insite.

—¿Hablas en serio?– pregunto desconcertado y asentí –¿De verdad quieres otra?– asentí de nuevo –esto me hace dudar de tu coraje Amanda– pero antes de dejar que respondiera, sentí la siguiente cachetada, la cual me desconecto más que la anterior y poniendo mi vista algo borrosa –provemos algo diferente– dice y lo miro atenta –tocame– ofrece.

—a ver– me quedo pensando –a ver, ¿Quieres que te toque?– pregunto confundida –¿Solo porque pedí otra cachetada?– asiente y me desata.

—es justo lo que quiero, tú me complacerlas con tus caricias Amanda– sonrió de inmediato y me acerco para tocarlo, primero acaricio su pecho pensando por los pequeños vellos que tiene –sigue así, lo hacer muy bien, sigue así y esto será placentero para ambos– dice con voz ya agitada, mientras acaricia mi cabello.