79-. fuga

208 15 39
                                    

Personaje: Oakley
Advertencia: contenido sexual, incesto, consumo de alcohol, tabaco y marihuana y problemas mentales.
Parte: 2/2 la parte uno es la anterior.

Como mencioné antes, a Oakley y a mi nos llevaron a un internado, el mismo, solo que un área es para hombres y el otro para mujeres

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como mencioné antes, a Oakley y a mi nos llevaron a un internado, el mismo, solo que un área es para hombres y el otro para mujeres. Y pues a través de la gran reja que nos separaba a veces nos veíamos.

Al principio creí que lo de Oakley era mera atracción sexual, pero después de hacerlo me di cuenta que no lo era, era algo más fuerte, era un raro tipo de amor.

Uno enfermo y adictivo, y contando con todas nuestra adicciones ese amor gritaba insano, pero claramente no nos importo en lo más mínimo.

Pasaron dos meses, y mi maravilloso logro de dejar de fumar se fue al carajo, la ansiedad aquí era horrible, las profesoras (no todas claro, habían unas muy lindas que nos daban alcohol y cigarros) pero la mayoría eran un dolor de cabeza. ¿Cómo que un ensayo de 10 páginas del porqué nos internaron? No lo puedo resumir a un “cogí con mi hermanastro”.

En fin la ansiedad no ayudaba, y no soy fan de fumar marihuana a cada rato, esa era para las noches y dormir bien, así que tuve que volver a la poderosisima y siempre dañina nicotina y litros de café para sobrevivir.

De vez en cuando una manita pensando en Oakley, digo lo normal no. Pero luego fue un año, un puto año, estaba pensando seriamente eso de ser heterosexual.

Pero digo por suerte las habitaciones eran solo para una persona, eso era bueno, muy bueno.

Esa noche acababa de salir de bañarme, me acosté en la cama y saqué un cigarro de marihuana y comencé a fumarlo mientras leía un libro, la verdad no le estaba poniendo atención a lo que leía, simplemente lo hacía mientras esperaba el efecto del cigarro.

Estaba empezando a quedarme dormida cuando escuché ruido en el pasillo, mis ganas de chisme dijeron levántate a ver pero mi sueño impidió que lo hiciera, me quedé dormida.

Escuché que la puerta se abría, en un principio pensé en Charlotte, llevaba tiempo diciendo que me pagaba por acostarme con ella, no dude pero le dije que valía más de lo que ofrecía.

—ya te dije que valgo más Charlie– murmure.

—¿Quien es Charlie, nena?– me quedé quieta, incrédula, su voz era inconfundible.

—¿Que haces aquí Oakley?– susurré.

—vine a verte nena– beso mi cuello.

Me gire para verlo, sus ojos me miraban con un brillo precioso, definitivamente Oakley era un problema para mí, un problema hermoso.

—te extrañe tanto– lo abrace.

Él no tardo nada en reclamar mis labios, que con gusto le entregué todo en ese beso.

Poco a poco se fue poniendo sobre mi, abrí un poco mis piernas para que el pudiera poner su rodilla entre ellas.

El beso era tranquilo, suave, tierno, no reclamaba más que un beso, pero él si reclamaba más que el beso, sus manos bajaron de cuello a mis hombros, deslizando de manera sutil los tirantes de mi blusa, casi como si no quisiera que me diera cuenta de lo que hacía.

one shots [TWH] Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora