Capítulo 8 - Para todo existe un cambio

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— (...)

Bajo un marco silencioso, el conejo se movía a gran velocidad por el terreno.

— ¿¡Lo veis por alguna parte!? — un grupo de aventureros había sido acorralado por él

Puestos a defenderse, trazaron un perímetro radial entre sus espaldas para no dejar al azar ninguna posible toma de contacto con su enemigo.

— Lleva ya un buen rato gastando magia... ¡Es imposible que aún sea así de rápido!

*¡DASH!*

Todos se giraron a tiempo de ver a uno de sus compañeros morir — ¡GAAH....! — ya quedaba uno menos.

— ¡MIERDA!¡¿CÓMO LO HIZO DESDE ESTA POSICIÓN?!

¡...!

Sin el suficiente tiempo de reacción, uno de ellos logró anticiparse a Bell por poco.

— ¡Cuidado!¡¡VIENE POR DETRÁS!!

*¡DASH!¡DASH!*

A una velocidad de vértigo, Bell acababa de ejecutar simultáneamente a dos de los individuos que aún quedaban en pié y al momento había vuelto a desaparecer.

— ¡Maldito cobarde!¡Si piensas matarnos a todos... ¡DA LA CARA!!

Bell se detuvo a unos metros del grupo.

— ¿Que de... La cara? — su voz no sonaba igual que de costumbre; estaba rota

A diferencia de lo que se habían imaginado, la situación que consideraban justa para ellos resultó ser totalmente aterradora. De pronto, Bell caminaba lentamente hacia los aventureros restantes, con la mirada oculta bajo su flequillo.

— ¡S - Se está acercando ¿Qué hacemos?!

"Intenta hacer algo si te atreves"

La sangre del aventurero se heló al escuchar aquellas palabras justo a sus espaldas. Él no podía estar ahí, no tenía sentido... Era imposible.

— Si no vas a hacer nada.... Entonces cierra la boca y muere — los ojos del muchacho estaban inyectados en sangre

— ¡N....!

No le dejó tiempo de hablar. Para cuando quiso gritar.... Su cuerpo ya estaba dividido en dos partes.

Bell aprovechó el momento y les lanzó a los últimos supervivientes una atroz mirada asesina mientras lanzaba una mano hacia ellos.

— ... Firebolt

De inmediato, una potente carga de magia estalló brutalmente contra sus cuerpos y los pulverizó en cuestión de segundos.

*Plat*

Después de aquello, Bell aterrizó sobre sus dos pies sobre el suelo mientras buscaba reubicarse en mitad de todo el caos que él mismo estaba causando.

— (...)

*Purfff....*

Bell agudizó sus sentidos mientras miraba atrás de reojo. Eso acababa de sonar como un cuerpo arrastrándose.

— A - Asesino... Eres un... Eres un asesino...

Y así era — (...) — tras relajar su mente y envainar sus dos armas, el chico se acercó al aventurero moribundo y se puso de cuclillas frente a él.

Incapaz de mirar a un punto fijo por el miedo, y mucho menos de escapar, el tipo se quedó ahí tirado, sin dejar de temblar.

— Soy lo que vosotros habéis creado — no se molestó en decir nada más — ¿Quién es vuestro líder?

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⏰ Última actualización: Sep 29 ⏰

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