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Un nuevo día, todo parece tranquilo en la ciudad, pero la gente no sabe el gran secreto de Adrian, ni él permitirá que lo descubran. Noah le dice a Adrian: "Oye, ¿me compras un algodón de azúcar porfissss? Porfisssssss, porfissssss", repite con inocencia. Jade interviene: "Creo que deberías dejar el azúcar, no te vendrá bien en unos 10 años más". Noah mira con ojos de cachorro a Adrian e ignora a Jade, quien frunce el ceño. "¿Me estás ignorando, Noah?", pregunta Jade.
Adrian estaba hundido en sus propios pensamientos, pensando en qué hará con Isabelle. "Oye, creo que deberías relajarte un poco, Adrian. Noté que has estado pensando mucho en lo de Isabelle", dice Noah, con su típica aura infantil. "Es cierto, además ya no nos divertimos como antes", añade Jade. "Chicos, no tengo tiempo para juguetear", responde Adrian susurrando, para que la gente no lo escuche y no lo tomen por loco, aunque técnicamente lo es.
Noah hace un puchero y pone cara triste. "Perdón, Noah", dice Adrian. "Oigan, ¿y si mejor regresamos a casa? Este parque está bastante aburrido", sugiere Jade. "Bien, pero antes hay que comprar comida para nuestra nueva víctima", dice Adrian.
Luego de unas largas horas de buscar comida en el supermercado que pudiera agradarle a Isabelle, Adrian y sus espectros se dirigen a la casa, en dirección al sótano. "¿Y a qué jugaremos hoy con nuestra víctima?", pregunta Jade. Noah, nervioso, les pide que no le hagan daño a Isabelle con inocencia, pues nunca le ha gustado lastimar a la gente o ver sangre. Adrian los observa de reojo mientras guía en su auto y reflexiona: *Es cierto... ¿qué haré hoy con nuestra víctima Isabelle? No hay mucho que hacer*, piensa.
...
Isabelle estaba por fin desatada, pero el hecho de estar en una pequeña habitación a casi oscuras no ayudaba. Sentía miedo e ira. *¿Por qué me tenía que pasar esto a mí?*, se pregunta mientras busca en cada rincón algo que le ayude a huir de este infierno. *Quizás en algún momento me matará o lastimará*, piensa. *Debo tener algún arma para defenderme por si acaso, pero ¿de dónde la sacaré?*, se dice a sí misma.
Se escuchan unos pasos acercándose. *Oh no... eso significa que ya llegó*, piensa Isabelle. Rápidamente intenta actuar lo más normal posible porque en cualquier momento entraría Adrian, y si la ve actuando raro, sospechará de ella. Se escucha la puerta abrirse lentamente, y ahí estaba él. Se queda unos largos minutos analizando y observando que no haya nada extraño. *Normalmente, en las películas, la secuestrada consigue un arma, logra matarlo y escapar. Pero esto no es una película. ¿Realmente estaré aquí para siempre?*
Adrian interrumpe sus pensamientos, se acerca a ella de manera brusca; sus rostros están muy cerca, pero el hecho de que siga apuntando con la punta de su cuchillo en su cuello hace que se sienta incómoda. "Oh querida Isabelle, ¿no intentaste escapar mientras yo no estaba, cierto?". Por un segundo, siente su aura maliciosa y el mundo se le viene abajo. *¿Cómo sabía lo que yo intentaba hacer?*
Adrian interrumpe nuevamente sus pensamientos: "Solo bromeo", y suelta una carcajada maliciosa. "Compré más comida, pero realmente no sé lo que te gusta, así que... solo improvisé. Espero que te guste la comida que te traje", dice con falsa tristeza. Su cuchillo roza su cuello, y Isabelle siente que en cualquier momento podría clavárselo. Le responde: "¿Por qué te interesa tanto tenerme aquí y por qué eres tan malicioso?" Una parte de ella sentía que él se preocupaba por ella, pero la otra decía que solo era un maldito secuestrador lunático que veía fantasmas. Decidida, le pregunta: "Oye... ¿acaso ves fantasmas?"
La habitación estuvo durante unos segundos en completo silencio hasta que Adrian soltó una gran carcajada que resonó por toda la habitación. Isabelle estaba dudosa. *¿Qué? ¿Acaso dije algo chistoso o me equivoqué en algo?*, se pregunta. "Ay, pequeña y querida Isabelle, no me reía así en años", dice Adrian aún con algunos rastros de risa. "¿Pero por qué preguntas eso?", añade mientras sigue riendo. Isabelle se siente algo molesta por el hecho de que Adrian se esté burlando de ella.
Adrian nota que ella está enojada y deja de reírse. Mientras tanto, Jade seguía riendo aún más y Noah estaba dudoso. "¿De qué se ríen?", pregunta Noah. "Ella solo te hizo una pregunta", dice Noah con preocupación e inocencia. Adrian le responde: "Ya, ya, no arruines la diversión, Noah". Jade sigue riendo, e Isabelle está aún más confundida, viendo a Adrian hablar solo, lo que alimenta más su teoría.
"¿Y entonces?", pregunta Isabelle. "Ay, querida Isabelle, lamento decepcionarte, pero no veo fantasmas ni espíritus ni nada de eso". Isabelle queda aún más confundida y le pregunta: "¿Y entonces por qué siempre estás hablando con entidades que yo no soy capaz de ver?", pregunta dudosa y algo nerviosa por la mirada seria que le lanza Adrian, terminando así este episodio.
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Más Que Obsesión
Mystery / ThrillerAdrian Blackwood parece tenerlo todo, pero su mente está atrapada en un abismo de esquizofrenia y obsesión. "Desearía verte amarrada a una silla, pero, no podría soportar tenerte lejos de mí," confiesa en un susurro lleno de desesperación. Cuando se...