ONE PIECE: Sistema Sigma

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Un espía en el Whiskey Peak

La pequeña carabela entró en el río. Era un río que se había adentrado en la isla de los cactus.

Se veía más hermoso que en el anime y el manga. A ambos lados del río había enormes plantas de cactus. Después de llegar al final del río encontramos un pequeño muelle. Considerando la profundidad del río, los únicos barcos que podían entrar eran carabelas o balsas.

"Ten cuidado... Esta isla no tiene una gran población. Es una isla no afiliada al gobierno. Pero también es un lugar privilegiado para los cazarrecompensas de bajo nivel". Roxx me advirtió.

Lo miré fijamente.

"¿A quién estás advirtiendo exactamente?"

"... ¡Cierto! Lo olvidé... Lo siento. Debería estar preocupándome por esos cazarrecompensas" Dijo Roxx torpemente.

"No te preocupes. Ustedes dos, los veteranos, pueden relajarse. Kureha y yo haremos las compras muy rápido. Nos estamos quedando sin suministros. Y después de que nuestra pose de registro esté lista, nos iremos de inmediato". Le dije.

"Oye, ¿a quién llamas "vieja"? ¡Tengo sólo treinta y siete años!

De todos modos, la pose del tronco tardará alrededor de un día en fijarse en el campo magnético de la siguiente isla. Así que déjame ir contigo a hacer las compras". Protestó Roma.

"¡Absolutamente no!" Le dije directamente a la cara.

"¿Por qué no?" Roma se sorprendió de que la rechazara.

"Tardas demasiado en elegir ropa o cualquier cosa. Regateas demasiado. Y eres demasiado exigente". Le dije, mientras la miraba fijamente.

"¡Vamos! ¡Yo era un almirante de la marina y dejé el puesto sólo para unirme a ti! Al menos dame un respiro". Se quejó Roma.

"Primero, no te invité a unirte a mí. Lo hiciste para salvar tu propio trasero. Así que no te quejes por ese asunto.

Segundo, si prometes no perder nuestro tiempo, en cada tienda que visitemos, puedo permitirte que vengas con nosotros.

Tercero, no vamos a comprar ropa esta vez. Así que en caso de que vengas con nosotros, ni lo intentes". Le dije la segunda y tercera opción cuando después de escuchar la primera se le llenaron los ojos de lágrimas. Me pregunto cómo la hicieron almirante con ese tipo de actitud en primer lugar.

"En ese caso, me quedaré en el barco y lo vigilaré". Roxx se ofreció a quedarse en el barco.

"Está bien, abuelo. ¿Quieres algo para ti?"

"Una botella de vino. No me gusta el sake que compras". Respondió el anciano.

"Deberías decirlo antes. No necesito el dinero. Y tenemos mucho de sobra". Le dije.