Hold Me Close, Don't Let Go. -Oliver Sykes-

Capitulo 6

Flash/Back End.

El año pasado fue terrible para mí, conocí a Kellin, Vic y Mike en mi nuevo instituto, Vic y Mike habían llegado un año antes que yo, por lo que establecí un vínculo amistoso con ellos.

Teníamos muchas cosas en común y nos entendíamos a la perfección, todo eso fue antes del día de aquella fiesta, en la que cambiaron mi vida por completo.

Sí, pude superarlo, pero aun no puedo olvidarlo, y de vez en cuando, el dolor regresa a mí.

-¿Qué pasa? –Preguntó Heather-

-No hables con él. –Dije haciendo mi mayor esfuerzo para no hacer notar mi ira-

-puedo hablar con quien yo quiera.

-No, con Kellin nunca. –Dije con autoridad- ella me ignoró y continuó con su conversación.

No, Kellin, lárgate y déjala en paz

Mi tortura terminó después de casi media hora. Creí que Heather iría con migo, pero no, se fue con Kellin.

No tardé en alejarme, pues, la esperé por un momento, pero noté que quería irse con Kellin.

Decidí alcanzar a mis fieles y estúpidos amigos e intentar dejar de lado los recuerdos, y gracias a ellos logré hacerlo.

Caminábamos por el instituto sin rumbo alguno hasta que escuché a Heather llamarme.

Volteé a verla y sonreí al pensar que después de todo, quería estar conmigo.

Ella se mostró aliviada pero aun seguía nerviosa. Yo no tardé en preguntar sobre Kellin...

Fue por esa estúpida pregunta que me vi obligado a dejarla. O tal vez no era necesario, tal vez la lastimé, no lo sé.

Me había molestado que hubiera cambiado nuestra cita por estar con el estúpido de Kellin, y por eso, le hablé de una manera algo grosera, aunque en el momento creí que estaba bien, empecé a sentirme culpable minutos después.

Había dejado a Matt, Jordan, Lee y Matt solos, o más bien, yo me fui. Lo que me dijo Heather me puso furioso, y mis amigos solo intentaban arreglarlo, pero yo les pedí que me dejaran solo.

Estaba enojado.

Tomé rumbo hacia un lugar en el que no me encontraría con ninguno de ellos: El viejo laboratorio de Ciencias al que nadie entraba.

Entré y me senté en una mesa en posición de sastre, saqué mi celular del bolsillo y al no encontrar entretenimiento, lo metí de nuevo ahí y me dispuse a observar gente por la ventana.

Heather apareció de la nada, acompañada de una chica, su cabello era negro, tenia ojos marrones, muy oscuros. Tenía muchos tatuajes, igual que yo, pero eran únicamente de tinta negra y algunos diseños hindúes se apreciaban en sus manos. La chica era muy delgada y tenía la misma estatura de Heather.

De repente, Heather volteó hacia mi dirección, como si hubiese sentido mi mirada, me escondí suplicando que no me haya visto.

Sentí que era hora de salir, y así lo hice.

Fui al baño a orinar porque ya me hacía falta, y luego lavé mis manos. En eso, el timbre sonó y después de secarme, me dirigí al aula.

Como siempre, llegué temprano. Heather llegó minutos después y pude notar que me buscaba con la mirada. Yo mantuve mi vista en cada movimiento suyo hasta que se sentó a mi lado.

Noté su nerviosismo pero seguí observándola con seriedad. Y al borde de la incomodidad, se dignó a mirarme y preguntó:

-¿sigues enojado?