- veintisiete.

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Brian ya estaba devuelta en México, el Club América tenía amistosos y después tenía que disputar un torneo que se llama Leagues Cup en Estados Unidos

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Brian ya estaba devuelta en México, el Club América tenía amistosos y después tenía que disputar un torneo que se llama Leagues Cup en Estados Unidos.

Y por el lado de Constanza se encontraba en Argentina, más específicamente en Mendoza, primero visito a su hermano pero el que si la recibe bien y ama a su hija.

Con ese hermano estaban yendo a la casa de su padre.

Constanza.

No voy a negar que tengo miedo por la reacción de mi padre y por lo que me tenga que decir, pero de todos modos acá estamos, parados enfrente de su casa.

— ¿Estás bien? ¿Estás segura? - pregunta mi hermano.

— Si, dale vamos.

Primero entro él y atrás yo, le agarre la manito a Olivia creo que fue más por nervios o no se.

Llegamos a la cocina y mi papá estaba de espaldas, no escucho que entramos.

— Hola, papá. - dije.

Él dejo lo que estaba haciendo y se dió vuelta, me miró a mi y después a mi hija.

— Hola, Constanza. - dijo fríamente.

Mire a mi hermano.

— Abuelito. - Olivia se soltó de mi mano y fue corriendo para abrazar a mi papá.

A él no se le movió ni un pelo, la mirada totalmente indiferente sobre Olivia, ni siquiera le acaricio la espalda o le tocó el pelo, nada de nada.

— Vení hija. - se la saco de encima.

— ¿Necesitás algo? Pregunto porque cada vez que apareces es porque algo necesitas.

Lo mire sin entender.

— Eso es mentira, si cuando necesite algo de vos me diste la espalda.

— ¿Entonces? - se cruza de brazos.

— Vine a visitarte porque hace mucho no te veía, nada más, y que veas a tu nieta pero por lo que veo seguís igual que antes, no cambiaste en nada.

— Si no te gusta Constanza, ya sabes en dónde está la puerta. - me señala la salida.

— Todavía no entiendo que te hicimos para que seas tan frio con nosotras.

— Tuviste una hija con un hombre que ni siquiera conoces ¿vos sabes las cosas que me han dicho sobre vos Constanza? Sos una cualquiera.

— ¿Pero tu otro hijo que tuvo un bebé y ni siquiera se hace cargo a él no le decís nada, no?

Se acerca y me pegó un cachetazo.

— Sobre tu hermano no vengas a hablar, Constanza. - me señala con el dedo.

Bautista se pone en el medio de los dos empujando a mi papá para que de un paso atrás.

— Y a mi hermana no le vuelvas a poner la mano encima. - le dice, se da vuelta para ver si estoy bien.

Siete Lunas | Brian Rodríguez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora