Episodio 10: Primer combate

4 1 0
                                    

Llegamos a casa, Roi se despidió de mi, y se fue por la parte trasera de la casa, yo seguí mi camino hacia el frente. Entre a la casa, fui primero a la cocina, tome unas fresas, y salí de ahí.

Estaba pasando enfrente de la sala, Damián se encontraba ahí sentado, me comienza a mirar, y me habla.

-Adrián

-¿Qué pasa?

-Puedes venir, necesito que vengas a escoger los accesorios de la boda

-¿Por qué no lo escoges a tu gusto, o algo casual? En todo caso esto es falso

-Adrián no te comportes así ahora, no estoy de humor para soportar tu jodido carácter

-No te desquites conmigo, mejor deja eso para otro momento

-Necesito que elijas esto ahora, más tarde ni tendré tiempo

-Yo no dije que hoy

-Adrián

Mire un momento a Damián, su ceño estaba fruncido, me miraba con odió, algo destetable por parte de él. Me acerque y tome lugar casi junto a él, tome los libros, comencé a ver el diseño.

Damián solo se quedaba viendo hacia el frente, le di una pequeña mirada, voy a admitir que de perfil se ve bastante bien.

Cerré el libro, dirigí mi vista a Damián.

-Se supone que los dos tenemos que elegir el diseño, no nomás uno

-No me interesa tanto eso, aparte como tú dijiste hace rato, es falso, así que no pondré atención en estás cosas

Frunci el ceño, por qué me pone a elegir esto entonces, si no le pone ni un poco de interés. Vuelvo abrir el libro y revisarlo a más detalles.

-¿No te molestaría que todo fuera en color negro o si?

-Si eso te gusta, eso ordenaré

Sonríe un poco, continúe mirando los diseños.

Damián seguía a mi lado, aunque no daba una mínima opinión del diseño o cuál se veía mejor, seguí a mi lado.

La sirvienta entra a la sala, dejando una bandeja en la mesa, traía en ella, un vino de los más caros que conozco, y dos copas.

Damián se sirvió un poco, para luego llevárselo entre sus labios, he de admitir que tenía ganas de tomar un trago de ese vino, en Italia veía al señor Ernesto como bebía demasiado esa cosa, y parecía demasiado feliz con solo un sorbo.

Volví mi vista al libro, para cuando la señorita Kate entra a la sala.

-Joven Damián, su visita a llegado

-Dejalo pasar, y que trailo para acá

-Como ordene

Salió de la sala, coloque el libro entre mis piernas, todavía seguía abierto, voltee para mirar a Damián, él con su mirada sería me miró.

-¿No lo llevarás a tu despacho?

-No quiero ir hasta allá, ya me encuentro aquí relajado

-Bueno, entonces me iré- Damián me toma de la mano

-Quedate aquí, a lo mejor te alegras de ver quién es

Me quedé atónito, me sonroje solo por su toqué, me volví a sentar, pero mira di hacia otro lado, no quería que Damián notará el sonrojo que tenía ahora, es increíble que ahora su toqué me haga sentir nervioso, hasta el punto de sonrojarme.

Damián se acercó un poco más a mí, me gire para verlo, ahora me miraba con una sonrisa cálida, que me hizo devolverle el gesto, pero desvaneció al escuchar la voz que había entrado entre nosotros.

Mi compromiso mafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora