Capítulo 9:

86 17 64
                                    

«Tu padre ha muerto»... Esas tres palabras atormentaban mi cabeza. Estaba perdida en el llanto, en mi dolor, mi héroe, el hombre que siempre me apoyaba, el papá amoroso que toda chica quisiera tener se había ido para nunca regresar, sentía como si mi vida hubiera acabado.

—¿C... Cómo sucedió?—pregunté entre sollozos. Es que no aceptaba la idea de que mi padre ya no estaba. Tiene que ser un error.

—Lo asesinaron—llora mi madre—De una manera tan cruel y despiadada—continúa hablando—No entiendo por qué, quien lo odiaba tanto al punto de matarlo.

—No, no. Debes estar equivocada mamá, debió ser algún compañero de él, papá está bien.

Negación. Un desencadenante de algo que te niegas a creer porque si lo haces lo hace más real y me niego a siquiera pensar en la posibilidad de que alguien cruel y sin corazón le haya quitado la vida a mi padre y haya dejado a una familia destrozada.

—Aceptalo hija, dolerá menos, yo al principio también pensé que debían estar equivocados pero luego me di cuenta de que no es así, ví el cuerpo de tu padre con mis propios ojos. Estoy devastada igual que tú, perdí al amor de mi vida, mi compañero y mi esposo.

—No,no, ¡no!—Grité de repente asustando a mamá—No es cierto, papá está bien y pronto llegará a casa como siempre, me voy a sentar y lo voy a esperar, ya veras él vendrá—finalicé secando mis lágrimas.

—Hija sólo te haces daño a ti misma manteniendo esas esperanzas, no es bueno para tu salud mental y física, acéptalo.

Haciendo oídos sordos voy a mi habitación, necesito cambiarme u esperar a que papá vuelva a casa...

Sólo que no volvió.

🦋✨🦋✨🦋

Dos policías estaban en la sala sentada con mi madre haciéndole algunas preguntas. Aún me negaba a creer lo que estaba sucediendo pero muy dentro de mi sabía que todo era cierto, solo usaba la negación como mecanismo de defensa, se que cuando la realidad me golpeara vendría el dolor nuevamente y luego la aceptación. Todas las personas pasamos por un ciclo al perder a alguien importante para nosotros pero al final debemos aceptar la inminente verdad, yo por ahora no lo haría, no me juzguen, pues era mi manera de luchar contra la tristeza y todas esas emociones negativas derivadas de ella, cada quien enfrenta situaciones como éstas a su manera y debemos respetarlas.

El policía rubio de ojos azules llamado  Mark antes intentó hablar conmigo por si sabía algo pero yo lo despaché alegando que papá estaba vivo y que ellos se equivocan, el hombre me miró con pena y pesar y lo dejó estar. A éstas alturas mis amigas se habían enterado de lo sucedido, tenía incontables llamadas perdidas de ellas las cuales no había contestado, no quería hablar con nadie, debía estar atenta por si había noticias de mi padre.

—Hola pecosa—La voz de mi prometido me hace voltearme. Cómo siempre está impecablemente vestido y ni un solo cabello está desordenado.

Están diferente de aquel chico...«¿Pero que carajos», pensé de repente, pero como podía pensar en ese extraño ahora, teniendo al hombre que amo frente a mi, ¿Qué rayos me pasa?, ¿Qué está mal conmigo?.

—Hola amor—respondo. Se acerca a mi y me abraza dándome un respetuoso beso en la frente. Estos días lo había visto poco, estaba ocupado con temas de la empresa.

—Siento lo de tu padre, Dios le ha dado un lugar en su reino, era un buen hombre—Fueron sus siguientes palabras. Me separé abruptamente de él y lo miré.

Obsessive love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora