Obsessive love

Capítulo 15:

Había llevado mi plan más allá de las simples notas al punto de colarme en su habitación a colocar cámaras para poder ver cada uno de sus movimientos, ver su desnudes me la puso tan dura que era hasta doloroso, y terminé tocandome la polla con mi propia mano cuando en realidad deseaba que fuera su linda boquita hasta venirme gruñendo su nombre, deseaba tanto aparecer en su habitación, mostrarle quien soy y terminar follandomela duro y sin contemplaciones contra la cama hasta hacerla gritar mi nombre y que nos oyeran todos sus vecinos, pero no podía, no aún, sabía en el momento exacto en el que debería intervenir y no sería algo agradable, nada conmigo lo es y puede que mis acciones y el método que usaré haga que me odie, pero con el tiempo haré que me ame, que esté tan loca por mi como yo lo estoy por ella y sucederá... haré que suceda.

Ayer en la noche me tomé la libertad de entrar a su habitación y contemplarla durmiendo, estaba tan tranquila y serena y me acerqué a ella, pasé mis nudillos por su mejilla y en respuesta ella se acerca más a mi, sonreí de medio lado, su cuerpo responde a mi tacto aún así esté durmiendo, su respiración de repente comenzó a agitarse y su cuerpo a sudar mientras se removía incómoda.

Mi mano viaja por su pecho y desciendo hasta donde sus pequeños pantalones de dormir me impiden seguir solo por un momento, un pequeño y casi inaudible gemido sale de entre sus labios y sigo mi recorrido y cuelo mi mano dentro de su pijama encontrandome con que su vagina estaba completamente empapada. Arquea la espalda  cuando toco su exitado y hinchado centro y ésta vez de su boca escapa un sonoro gemido junto a un nombre... El mío.

—Así que tienes sueños sucios conmigo mientras duermes mi pequeña mariposa—hablé en un susurro que yo casi ni escuché.

Se molestaba tanto en negar su atracción por mi que no se daba cuenta que inconscientemente su cuerpo me deseaba, el tonto de su novio no hacía un buen trabajo, mejor dicho... No hacía ninguno, es un incompetente que no sabía aprovechar el tener una mujer como ella a su lado, pero yo si lo haría, la haré mía cada noche una vez que la tenga bajo mi poder.

Sabía todo sobre Joshua Kent Rivers, hijo de Patrick Kent un pijo y acaudalado empresario dueño de Ken construction company y “todo un devoto de dios”, nótese el sarcasmo, pues en el tiempo que estaba investigandolo digamos que he descubierto alguno que otros trapos sucios, pues resulta ser que el “gran y respetado Patrick” no es el padre y esposo ejemplar que les hace creer a todos, todo es una farsa, está metido hasta el cuello en negocios sucios y tiene conecto con la mafia y ha tenido más mujeres que un jeque árabe, todas sus putas amantes, incluso su secretaria está metida en eso quién en tiempos libres se escapa a su despacho a hacerle unas cuantas mamadas y dejar que se la folle en su escritorio y luego se las da de predicador y asiste a la iglesia a la misa de los domingos y se jacta de decir que es fiel a su dios, todo un buen cristiano que ama y respeta a su mujer e hijo.

Es un completo hipócrita de mierda y un mentiroso y su puto hijo tampoco es un santo, aunque haya sucedido una vez, también estuvo en los pasos de su padre en cuanto a lo de las mujeres ya que lo de lo otro no tenía idea, lo que pasa es que después pensó en que sus acciones podrían afectar a Bridget y dejó de hacerlo, pero eso no quita que fue un infiel de mierda y Bridget preocupándose por lo que su novio haría si se enterara de su traición al acostarse conmigo en Las Vegas cuando en realidad ya ella había sido traicionada mucho antes y jamás lo supo, porque claro Joshua es de lo que si saben interpretar bien su papel de niño bonito de mamá que ni un plato rompe. Pero yo sabía su sucio secreto, ¿Qué pensaría mi pequeña mariposa si se lo digo?.

Obviamente no me creería, lo defendería con uñas y dientes y se negaría a ver la verdad, me gritaría a la cara que soy un mentiroso que solo quiere separarlos, pondría a ese idiota en un pedestal como si fuera un Dios intocable, pobre.... Tan ingenua para ver más allá de sus ojos la verdad, ese es exactamente su problema, su ingenuidad la hace blanco de personas con malas intenciones, de monstruos como nosotros que hacen de las personas como ella sus presas, es divertido corromper un alma pura y plena.