Capítulo 11:

83 13 32
                                    

Caleb:

Capítulo dedicado a
alejandra_black_17....
Gracias por tu apoyo ♥️🙏


Sentir el miedo y la desesperación, ver cómo alguien corre para salvarse era la mejor sensación que puedes experimentar, saber que tienes la vida de alguien en tus manos era una pasada y siempre lo disfrutaba. Aquella era una noche fría y húmeda en los bosques de Grove Wilds, la neblina dificultaba un poco el que pudiera ver con claridad pero mis sentidos eran bastantes agudos así que podía oir hasta a las ardillas.

Los pasos apresurados de Fabio delataba a la perfección su ubicación, estaba tan asustado queriendo huir de su inevitabile destino que pisaba cuanta rama apareciera por el camino emitiendo ruido tras ruido. Una risa macabra salió de mis labios he hizo eco por todo el lugar espantando a una que otra ave que estaba descansando, me detuve u junto conmigo lo hicieron mis dos perros Hades y Judas—lindos nombres cierto, se que les gustó—un doberman y un Presa Canario, mis niños malos y adorados, les quité el bozal y me agaché frente a ellos y los acaricié suavemente, pasaron la lengua por  mi mano  y soltaron un ladrido el cual tome como un saludo.

Saqué un trozo de tela de la ropa que Fabio tenía puesta y se las di a oler, una vez hecho los solté de la correa e inmediatamente salieron con rapidez en busca el hombre.

—Quieras o no Fabio, te encontré—canturreé  y comencé a silbar mientras caminaba siguiendo a mis perros.

No tuve que caminar mucho. Solo dar unos treinta o cuarenta pasos tal vez para encontrar a Hades y Judas uno a cada lado de un asustado como la mierda y tembloroso Fabio, el doberman tenía su boca con los dientes presionando con fuerza la piel del hombro para evitar que huyera. Mi sensible olfato percibió el olor nauseabundo de la mierda y el orine... «Puto miedoso de mierda», me miró con sus ojos desorbitados y rojos de tanto llorar, estaban aguados y sus mejillas húmedas, marica. Le sonreí con burla, tan vulnerable, se acabó el correr, es hora de morir hijo de puta.

—Las cosas caen por su propio peso Fabio, la verdad siempre sale a la luz y la traición no es apreciada por nosotros los mafiosos—hablé después de un tenso silencio.

—Por favor Caleb, piedad—suplicó sollozando mirándome como un Bambi extraviado.

—Piedad.... ¡PIEDAD!—grité y me empece a reír como un maniaco  asudtandolo más todavía—Creo que ya es demasiado tarde para pedirlo, no te lo mereces, eres un puto chivato de mierda, por tu culpa mi chica está en la mira de Marcelo.

En un arranque de ira y prepotencia me acerque a el de una sola zancada y le estampé mi puño en su mandíbula, su rostro era una masa de carne irreconocible de tantos golpes que le había propinado, sus ojos estaban totalmente hinchados y dudaba que pudiese ver algo tan siquiera, sus labios estaban por el mismo estilo que sus ojos y sangrando, le había hecho un feo corte en la mejilla izquierda poniendo la inicial de mi nombre y  aún estaba sangrando, estoy orgulloso de mi mismo y sentí el regocijo de saber que yo tenía el poder que yo determinaba si vivía o moría y justamente no sería la primera.

—N...no le conté nada sobre lo otro señor, no le dije sobre su plan, por favor deme otra oportunidad—tartamudeo con voz suplicante. Ya sabía que se iba a aprovechar de eso para negociar su vida, no me sorprendió en lo absoluto.

—¿Y?—Me encogí de hombros sin importarme nada?—¿Debo agradecerte por eso y dejarte vivir?. Pues... ¿Qué crees?, no me importa un carajo, no volverás a jugarmela Fabio.

Obsessive love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora