𝐒𝐈𝐍𝐓𝐎𝐍𝐈̂𝐀 || Ran Haitani.

CAPÍTULO 4.

CAPÍTULO 4: BOCA SUELTA.

Mi expresión de sorpresa se transformo en una sonrisa divertida cuando la pelirroja pasó a mi lado, como dije antes, hecha una furia. Mierda, ese carácter solo la volvía aún más atractiva. ¿Cómo reaccionaría a mi? Quiero decir, no es que me apetezca un golpe de su parte, pero su actitud con el idiota de Takahashi era muy distinta a como actuaba conmigo. Y eso solo me intrigaba más.

Pero volviendo a la realidad, ¿Haiden Takahashi era su novio? Para gustos hay colores, ¿pero tan pésimos va tener? Creo que hasta me ofende que me consideré atractivo habiendo salido con alguien como él.

——Quita esa estúpida sonrisa, Haitani.

Solo consiguió que se extendiera aún más. Vaya que seguía teniendo esa gran bocota.

——Sabes —empecé a acercarme a él, a paso flojo—... por no saber mantener la boca cerrada te golpean.

Sonreí más al ver su expresión de fastidió. Me incline hacia él, golpeando suavemente su nariz con mi dedo índice. ¿De dónde tenía esa fuerza? Porqué si no se la quebró, mínimo le provocó un gran derrame, porque aún seguía sangrando.

——Mira que llamarla perra...

Realmente no me incumbe la relación y situación en que ambos se encuentren; ni siquiera la conozco lo suficiente, solo es una chica más que me parece atractiva, con la diferencia de que ponía resistencia por tener novio. Pero ahora, es pan comido.

——Gracias, me dejaste vía libre y despejada.

Entre mis dedos, tomé su nariz, agitandola con fuerza, provocandole más dolor.

——Es una bendición que tengas la misma lengua suelta que en la secundaria.

De un rápido y fuerte movimiento, le doble la nariz. Takahashi soltó un gran grito, los mismos que soltaba en nuestra preparatoria. Seguía siendo el mismo llorón de siempre, y eso que creí que en estos meses se podría bien los pantalones... pero ya estoy seguro quien era la que los tenía bien puestos en la relación.

Sin más, me coloqué de pie, empezando a seguir los pasos por donde la pelirroja se había alejado. No debía estar muy lejos.

Después de todo, venir a Shibuya fue una gran idea. No esperaba encontrarla de esta forma, pero el resultado fue más oportuno de lo que creía; mi plan inicial fue ir a la heladería donde charlamos ayer, con la esperanza de que vuelva a ir. Después de todo, es un lugar donde frecuenta; pero no paso. Estuve quizás dos horas con mi trasero aplastado allí, y no había señales de ella. Así que decidí irme, y casualmente mientras pasaba por aquí, escuché su voz familiar. No tan agradable como la había oído las veces anteriores, pero era ella.

Realmente no oí mucho de la conversación, solo cuando ella lo insultaba, así que definitivamente Takahashi no servía ni siquiera para ser un novio decente.

Tal y como pensaba, ella estaba a pocos pasos frente a mi, caminando con la espalda recta y los puños cerrados. Y que buen trasero que tiene. Se mueven armoniosamente con cada paso que dá. Trote un poco, colocandome a su lado.

——¿Te sientes mejor después de ese golpe?

Pareció espantarse al oírme. Quizás hablaba en serio cuando decía no prestar real atención a su alrededor. Detuvo sus pasos y me observo, y su amarga expresión se transformo en una pequeña sonrisa.