El wyvern blanco bajó lentamente la cabeza.
Entonces la persona que estaba sobre su espalda se hizo visible.
El wyvern que volaba tranquilamente en el aire y los Wyverns miraron a Alberu.
"Esta es la primera vez."
Tal vez fue porque era su primera vez en el campo de batalla, pero Alberu se sintió extraño al ver a los enemigos mirándolo.
Sin embargo, su nerviosismo reprimió esa extraña sensación.
'Me están vigilando'
Habían muchos ojos observando a Alberu en ese momento.
Alberu sentía que esas miradas le daban miedo cuando era joven.
Esas miradas parecían ponerlo a prueba o vigilarlo.
Incluso ahora, puede haber personas entre las tropas aliadas que lo estaban mirando para hacer algún tipo de juicio sobre él.
Alberto Crossman.
Éste fue su destino desde el momento en que recibió el apellido Crossman.
Sin embargo, después de tanto tiempo, lo supo.
Sabía que el juicio y la cautela no eran lo único que había en esas miradas.
Podía sentirlo incluso sin mirar.
'Por favor sálvanos.'
'Por favor, Su Alteza, llévenos más allá de este peligro.'
Las súplicas desesperadas de los ciudadanos dentro de los muros del castillo.
La esperanza para los ciudadanos que fueron capturados como rehenes.
Las expectativas de los vasallos.
Ahora podía sentirlos a todos incluso sin mirarlos.
Por eso Alberu se encogió de hombros hacia la Estrella Blanca que lo miraba.
"¿No necesitas mi vida? Parece que no tienes intención de bajar".
La Estrella Blanca comenzó a hablar en ese momento.
"Creo que dije que quería charlar".
'Chatea conmigo.'
Alberu suspiró.
"Mi hermano pequeño me dijo algo."
Su mano derecha, que no sostenía el casco, apuntaba hacia la Estrella Blanca.
"Dijo que dices muchas tonterías".
La Estrella Blanca comenzó a fruncir el ceño mientras Alberu continuaba hablando tranquilamente.
"Si quieres charlar, baja aquí y pide hablar sinceramente. De lo contrario, cállate la boca".
¿No debería alguien que dice que quiere charlar con el enemigo mostrar cierta sinceridad básica?
Alberu miró hacia la Estrella Blanca con una expresión que parecía preguntar por qué necesitaba decir algo tan obvio.
"¡Jajaja! Oh, esto..."
La Estrella Blanca se rió torpemente. Luego se tocó la máscara blanca y continuó hablando.
—Ya veo. ¿Quieres que sea respetuoso si quiero charlar contigo?
Sonrisa afectada.
La máscara le cubría los ojos y la frente. Las comisuras de los labios, que aún eran visibles, empezaron a levantarse.
ESTÁS LEYENDO
BOOK I: UN HÉROE NACE 3.
FantasiCapitulos 400 a 600 de la novela, me convertí en la basura de la familia del conde.
