Saga Sobreviviendo a un Asesino.

Epílogo:

—Michael—

No podía perderla… No quería quedarme solo.

Ella era mi vida entera.

Voy a hacer lo que tenga que hacer para ayudarla a seguir con vida...

Las sirenas de las ambulancias resuenan en mis oídos, cada vez estaban más cerca.

Busque rápidamente algo con que hacerle un torniquete a la herida de Saga para que dejara de sangrar tanto.

Saga estaba muy débil, la estaba perdiendo.

Empecé a darle respiración boca a boca, puse mis manos en su pecho para ayudarla a respirar, pero no hacía nada.

Ya no estaba respirando. No sabía que más hacer.

Entran los paramédicos a la casa y la sacan rápidamente. La montan en la ambulancia y le digo:

— Reanímenla, por favor. — Hagan lo que tengan que hacer para salvarla.

Subo a la ambulancia con ellos la tensión allí adentro cada vez era más fuerte.
La voz de ellos y todo el ambiente tenso dentro de la ambulancia me tenían la mente vuelta un todo, estaba preocupado por lo que podía pasar.

— Despejen.

— No respira aún.

— Despejen... Despejen.

No podía pensar tenía la mente en blanco. Estaba en shock.

— La hemos perdido. —dice el paramédico.

— No por favor, un intento más. Se lo suplico.

El paramédico se me queda mirando y vuelve a reanimar a Saga.

— Despejen…

El cuerpos de Saga se levanta por las cargas eléctricas y cuando su pecho cae a la camilla está respira.

Pic, pic, pic suena el contador de pulso.

Volvió a la vida después de 10 minutos.

— Está respirando. Rápido al hospital.
—dice la paramédico.

— Gracias Dios. —dije.

— Ponle la mascarilla de oxígeno. —dice uno de de ellos.

— La chica tiene pulso, pero lamentablemente quedó en coma.

— ¿Que significa eso? — pregunté.

— No sabemos que puede pasar después de esto, la mayoría de los pacientes que caen en coma, vuelve a la vida, pero otros no, esto depende de ella.

Escuchar esas palabras hizo que mi corazón se carcomiera aún más, solo queria que ella estuviera bien, solo la quería volver a abrazar y poder besarla una vez más.

— Vuelve por favor...