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backstory Sora

oh, ¿que se supone que debo hacer sin ti?

—Sora, cariño, despierta que hoy nos vamos de viaje

—cinco minutos más mamá—respondí adormilada

—venga, que el desayuno ya está listo y te hice tu favorito

me levanté de un salto y me dirigí a la cocina, desayuné con mis padres mientras me contaban lo que haríamos cuando lleguemos a nuestro destino

—el barco saldrá del puerto a las 16:00 así que tenemos que estar ahí sobre las 15:30—comentó mi padre

toda la mañana pasó volando y cuando menos me lo espere ya estábamos en un taxi de camino al puerto

una vez subidos al barco fuimos a nuestra habitación y desempacamos las maletas

—Sora, ¿Te apetece ir al bufé libre?—me pregunto mi madre una vez terminamos de ordenar

acepté y nos dirigimos al comedor del barco, una vez ya sentados en la mesa con nuestros platos nos dispusimos a comer, mientras mis padres mantenían una conversación casual yo me quedé pensando, me sentía mal porque se que mis padres no tienen tanto dinero como para gastarlo en viajes y se que lo hicieron por mí, todos los años lo único que hacemos es visitar a la abuela, y no me quejo, yo amo a mi abuela, pero siempre quise ir a algún lado de viaje, les estoy muy agradecida por esto pero no puedo evitar preocuparme por cuánto dinero han gastado en mis deseos egoístas, mis pensamientos se vieron interrumpidos por los altavoces

—les rogamos a todos los pasajeros que se dirijan a sus respectivas habitaciones pues estamos entrando en una tormenta y no es seguro estar fuera—dijo el capitán del barco por megafonía

—será mejor hacerle caso—dijo mi padre mientras se levantaba y nos hacía un gesto de que le siguiéramos

una vez en la habitación hablé

—mamá, ¿Las tormentas son peligrosas?

—si, cariño, una tormenta es algo con lo que no se bromea a la hora de estar en un barco, pero no te preocupes que no va a pasarnos nada malo

—¿Queréis jugar a algún juego mientras esperamos que todo se solucione?—sugirió mi padre sacando las cartas

jugamos por un buen rato hasta que escuchamos un estruendo y el barco comenzó a moverse bruscamente

—¿Qué está pasando?—pregunté temerosa

—debemos de estar en el ojo de la tormenta—dijo mi padre

no fue hasta que escuchamos el grito de una mujer que no nos alarmamos y decidimos salir de la habitación, había agua por todos lados, parece ser que se había inundado un poco el barco

—¡Nos estamos hundiendo!—gritó una anciana

¿Hundiéndonos? no puede ser, esto debe de ser una pequeña inundación, no podemos estar hundiéndonos, no en nuestro primer viaje juntos

cuando vi como el barco comenzaba a llenarse de agua cada vez más entendí que en efecto nos hundíamos, había gente gritando y corriendo de un lado para otro, yo estaba paralizada, solo tengo 12 años, ¿De verdad moriré así? mi padre me agarró de la mano y comenzó a correr hacia arriba

cuando llegamos vimos como las olas rompían contra el barco una y otra vez mientras llovía a cántaros, escuché a alguien decir que el barco terminó cediendo a la fuerza de las olas y que si seguía así íbamos a morir todos

había un bote salvavidas en el cual tenían prioridad mujeres y niños, mi madre se negaba a dejar a mi padre y salvarnos nosotras pero el la convenció de que no podíamos morir todos, cuando mi madre y yo nos acercamos nos dijeron que quedaban 3 asientos y que podía subir mi padre también

—cielo, lo siento por que nuestro primer viaje juntos haya terminado asi, el próximo que hagamos será mucho mejor, lo prometo—dijo mi madre sonriéndome levemente y dándome un cálido abrazo

en ese momento cuando el bote en el que estábamos cayó al mar la tormenta no nos lo puso fácil, era difícil incluso mantenernos a flote, el barco se había hundido por completo y parece que nosotros éramos los únicos supervivientes

pero supongo que sobrevivir nunca fue tan fácil, una ola rompió contra el bote derribándolo, así tirándonos a todos al agua, yo no sabía nadar y comencé a hundirme, pataleaba intentando llegar a la superficie para coger algo de aire, cuando estaba a punto de quedarme por completo sin aire unos brazos me levantaron

tosí y respiré fuertes bocanadas de aire mientras mi padre, quien me había salvado, me daba palmadas en la espalda

—súbete y agárrate aquí para no hundirte—dijo señalando el bote, o más bien lo que quedaba de él dado la vuelta

hice lo que me pidió, me agarré con todas mis fuerzas mientras más olas rompían, el agua estaba helada y mis padres se negaban a subir al bote conmigo porque decían que podría hundirse por demasiado peso

—tenéis que subir, si no subís acabaréis muriendo—les supliqué, llorando

—cielo, nunca te dejaría morir, si salvarte significa que yo tengo que sacrificarme lo haría mil veces—me sonrió mi madre y me apretó la mano

yo no podría vivir sin mis padres, no pueden dejarme aquí sola, no quiero que mueran

—cariño, se fuerte, te quiero muchísimo y se que vas a seguir adelante, lo siento por que no podamos estar ahí contigo para seguir viéndote crecer—dijo mi padre abrazándome

ellos no pueden haberse rendido ya, tiene que haber una manera, no puedo dejar de llorar, no puedo perderles, sin ellos no soy nadie

pero el destino es cruel y por mucho que recé ellos acabaron hundiéndose, no se cuanto tiempo pase encima de aquella parte del bote llorando antes de que un equipo de rescate llegara y me salvara, yo seguí pidiendo que buscaran a mis padres y que deben estar por alguna parte, negándome a la idea de que ellos ya no tenían salvación, pero a pesar de que buscaron no los encontraron

a partir de ese día comencé a vivir con mi abuela y ahora le tengo pavor al mar, me paralizo con tan solo la idea de volver a estar cerca de este, ¿Y ahora de repente soy una sirena? no tiene sentido

















que triste en vdd

Cursed-EnhypenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora