Cursed-Enhypen

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universo oscuro parte 8.

es estupido odiar a todas las rosas solo porque una te pinchó

¿Jungwon? sinceramente estaba algo sorprendida, pero supongo que ya me lo veía venir viendo que el parecía tener siempre el mando y la primera palabra

—bueno, tengo que irme, cuídate—dijo Heeseung, quien ya estaba dirigiéndose a la puerta

hay muchas cosas que no entiendo, pero estoy bastante segura de que Jungwon no me va a responder por mucho que pregunte así que no me voy a esforzar ni en preguntar

hablando del rey de roma, Jungwon entró a la habitación

—ahora que puedes moverte quiero que te cambies de ropa—me miró de arriba a abajo

—no tengo nada más que ponerme y no pienso ponerme nada tuyo—respondí

—oh, admito que algo mío te quedaría genial, pero estoy seguro de que te verías mejor sin nada, preciosa

vuelve a ligar conmigo y me voy de la habitación, primer aviso

—o me compras algo de ropa o me quedo con esta, es tu decisión

no es que me apeteciera discutir con el, pero una parte de mi disfrutaba llevándole la contraria, es como intentar desafiar al diablo y tratar de demostrarle que no tiene el control de la partida a pesar de saber que el mismo inventó el juego y las reglas

—te puedo arrancar esa ropa en un pestañeo, no me tientes, pero voy a dejar pasar por esta vez tu comportamiento, dije que me podías pedir lo que quisieras y yo cumplo mi palabra así que iré a comprar algo, mientras tanto vete dando un baño o haz lo que quieras, me da igual

entrar en ese baño me hacía revivir recuerdos que quería dejar en lo más profundo de mi mente, me di una ducha rápida y al salir coloqué una toalla al rededor de mi cuerpo, asomé la cabeza por la puerta del baño, en busca de la ropa que tenía que ponerme y le vi sentado en el borde de la cama revisando vagamente su teléfono, en cuanto notó mi mirada giró la cabeza y me miró

—¿Compraste la ropa?—pregunté

se levantó de la cama sin decir nada y se acercó a mi sosteniendo la ropa, en cuanto llego a la puerta extendí la mano para agarrar las prendas pero el me sujetó de esta y tiró de mi, haciendo que chocará con su pecho

—¿Segura que quieres ponértela?—pregunto juguetón

no se quien se cree este hombre que es o que derechos cree que tiene en mi después de hacerme una confesión como la que me hizo, pero será mejor que deje de intentar coquetear conmigo antes de que me haga perder la paciencia

—si, estoy bastante segura—contesté arrebatándo las prendas de sus manos y entrando al baño, cerrando la puerta detrás de mí

una vez me puse el pijama y me lavé los dientes salí del baño y le miré fijamente

—¿Qué tanto me miras?

—no voy a dormir contigo, que te quede claro—dije cruzándome de brazos

—¿Te crees que después de dormir con mis hermanos yo voy a aceptar un no?—se burló de mi patético intento de no estar cerca de él

se tumbó en la cama y como vio que yo no respondía hablo de nuevo