Prefacio

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-¿Cuál consideras que podría ser tu mayor red flag?

Voltee nuevamente en su dirección, un poco extrañado por su pregunta, aunque ya estaba un poco acostumbrado. Alice era de esas chicas que podía preguntarte cualquier cosa, una chica bastante curiosa.

-Responde primero-dije

-¡Oye! -golpeo levemente mi hombro-Yo pregunté primero.

-Pero si quieres que responda, vas a tener que hacerlo primero tu-tenia la mirada sobre ella, levantando un poco las cejas, dándole entender que hablaba en serio.

Lanzo un pequeño suspiro de frustración. Molestar a Alice era la cosa más fáciles del mundo, su temperamento definitivamente no era muy bueno, y a mí que por supuesto me encantaba hacerle molestar...

-A veces te odio ¿Lo sabías? -dijo, girando su vista en otra dirección.

Intente no soltar una pequeña risita, pero reírme de ella era demasiada costumbre.

-¿Y bien? -le pregunté.

-Estoy pensando...

Tenia la vista hacia el cielo oscuro, la luz de la luna se reflejaba en sus ojos, unos ojos que definitivamente no me cansaría de ver, demasiado preciosos para un mundo tan caótico.

-Suelo pensar demasiado las cosas, hasta lo más mínimo-respondió, luego de unos minutos.

-¿Y eso es algo malo? -Le pregunte, levantando una de mis cejas. La verdad es que no lo entendía en ese momento, yo de por sí era una persona que no pensaba mucho las cosas que me sucedían.

-Créeme, lo es-respondió, con una pequeña risita sarcástica-A veces esa mierda no te deja dormir, así que soy experta en desvelarme viendo el techo de mi habitación pensado hasta en lo mas mínimo que me esta afectando en ese momento.

No supe que responderle, solo me quedé mirándola fijamente, mientras ella tenía su vista en el cielo.

No imagine esa parte de Alice, siempre se veía tan... ¿segura? No lo sé, pero definitivamente no se veía como una chica que le daba vueltas a cualquier cosita, la mayoría del tiempo podías ver esa seguridad en sus ojos.

Minutos después de percatarse que la estaba mirando, volteo su mirada hacia mi, y mi respuesta rápida fue girar mi vista hacia otra dirección.

-¿Y la tuya? -me pregunto, regresando a nuestra conversación.

No era algo que quisiera contarle así como si nada, no estaba preparado, y aunque no fuese algo malo, definitivamente no era el momento.

-Te lo diré cuando sea el momento-respondí, alejándome del barandal y caminando de regreso a las escaleras.

Podía sentir la mirada de odio de Alice, probablemente me ganaría un buen puñetazo por eso, pero era lo mejor, el dolor pasaría.

-¡Jake! -dijo Alice, llamando nuevamente mi atención.

Estaba a punto de bajar las escaleras, pensé que me diría cualquier palabrota, como siempre, pero al girarme y ver su expresión, no note nada de molestia, si no... ¿Tristeza? Tal vez me equivoqué, pero Alice no era de esas chicas que dejaba salir su tristeza y que todo el mundo la viera.

¡Genial! Seguiremos vivos... por hoy.

-¿Sucede algo? -le pregunte.

-¿Por qué?

-¿Qué? -no entendí a qué se refería.

-¿Por qué haces todo esto? -soltó, dejando un leve silencio en el ambiente.

Era complicado, incluso para mí, ni yo podía entender muchas de mis acciones. Pero de lo que, si estaba seguro, era que no me importaba hacer cualquier cosa por ella, y ni yo podía entender la razón.

-No lo se...-respondí, a duras penas, no sabia que palabras usar para explicarle como me sentía-Solo... lo hice por ti.

Lo Hice Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora