Capitulo 2

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Normalmente prestarle atención a la clase del profe de historia se me es un poco difícil, cualquier cosa me distrae, hasta lo más mínimo. Pero curiosamente en esta ocasión no es algo, si no alguien, quien tiene toda mi atención.

¿Quién era esta chica?

El pueblo de Cantrick estaba situado a las afueras de California, muy alejado de la ciudad, bastante visitado por sus sitios turísticos, y era lo suficientemente pequeño como para reconocer cualquier rostro.

Pero a esta chica yo nunca la había visto, y eso que llevo viviendo aquí toda mi vida.

¿Vendrá de la ciudad? Lo más probable.

Los intentos fallidos de fijar mi vista en otra dirección que no fuera donde ella estaba sentada, fueron todos en vano.

En ocasiones levantaba su mirada y giraba en mi dirección, no sabía si estaba consciente de que la estaba observando tanto, aunque era lo más probable.

¡Genial! ¡vas a parecer un completo acosador!

No supe en que momento termino la clase, solo que todos pusieron de pie y empezaron a salir del salón de clases, mientras que yo seguía como un completo idiota viendo a aquella chica.

—¿Piensas quedarte ahí todo el día acosándola?

La voz de Sam hizo que por fin reaccionara, rápidamente me levante de mi asiento y cogí mi mochila.

—No estoy acosando a nadie—lo evadí.

—Claro, ¿Qué estuvieras toda la clase viéndola no es acoso?

—Si lo dices de esa forma...—lo pensé unos segundos—si suena como acoso, pero...—lo entendí al instante—¿Cómo carajos sabes que la estaba mirando?

—Porque estoy sentado a tu lado y me doy cuenta de todo—dijo, como si fuera lo más obvio.

Si, Sam aparte de exagerado e idiota, era muy buen observador.

—Pues no tengo porque responderte—le sonreí sarcásticamente y me encaminé hacia la salida del salón.

Por unos momentos pude olvidarme de aquella chica, teníamos una hora libre antes de la siguiente clase, he iríamos a la cafetería a juntarnos con los demás del grupo.

—¡Hey! ¡espérame!

Al segundo, Sam ya se encontraba caminando a mi lado.

Antes de dirigirnos a la cafetería, fuimos a nuestros casilleros a dejar algunos libros y a tomar otros. La siguiente clase era de mate, algo que odiaba, pero era muy bueno en ello.

¿Contradictorio? Si.

—¿Viste a Mely? —me pregunto—¿es mi imaginación o está más guapa de lo normal?

Mely era una chica por la que Sam babeaba desde prepa, nunca se armó de valor para hablarle o invitarla a salir, y yo por supuesto, tenía que soportar sus lloriqueos cada que se enteraba que Mely tenía nueva pareja.

—Pues...—cerré mi casillero y lo mire—la veo exactamente igual.

—Pues yo la veo más buena—me dijo.

—¡Qué bien por ti, mi querido Sam! —el sarcasmo me salió hasta por las orejas.

Suspiro de frustración y puso los ojos en blanco, cerro su casillero y nos encaminamos nuevamente a la cafetería.

Al llegar a la cafetería, ya todos nos estaban esperando en una de las mesas.

Mariam nos hizo seña apenas nos visualizó desde donde nos esperaban, caminamos hacia ellos y tomamos asiento.

Lo Hice Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora