T2. 7. Regreso a casa

16 3 0
                                    

El aire estaba cargado de tensión en el almacén de la ciudad. Las sombras danzaban con la luz tenue que se colaba por las ventanas. Mis amigos, Jimin, Taehyung, Namjoon, Yoongi y Jin, estaban a mi lado, listos para enfrentar lo que se avecinaba.

—¿Estás seguro de lo que haras? —preguntó Jimin, mirando a su alrededor con desconfianza.

—Sí, él está aquí!—respondí, sintiendo cómo mi corazón latía más rápido.

De repente, el sonido de disparos resonó en el espacio. Las balas impactaron cerca de nosotros, y todos nos agachamos instintivamente.

—¡Es Lee Sang Woon! —gritó Yoongi mientras corría hacia un rincón.

—¡No podemos dejar que nos atrape! —dije, tomando una respiración profunda.

—¡Vamos! ¡A cubrirse! —ordenó Namjoon mientras nos movíamos en formación.

Los disparos continuaron, pero no podíamos quedarnos allí. Teníamos que enfrentar a Sang Woon. En un momento de calma, decidí avanzar hacia la entrada del almacén. Con cada paso, la adrenalina corría por mis venas.

—Jungkook, ten cuidado —me advirtió Taehyung.

—Voy a acabar con esto —respondí con determinación.

Al salir al exterior, vi a Lee Sang Woon al otro lado del callejón. Su mirada era fría y calculadora.

—¿Pensabas que podrías escapar? —me dijo con una sonrisa burlona.

—No estoy aquí para escapar. Estoy aquí para detenerte —respondí mientras me preparaba para el combate.

La pelea comenzó. Intercambiamos golpes rápidos; cada uno de nosotros estaba decidido a ganar. Sang Woon era fuerte, pero sabía que podía superarlo.

—Eres más débil de lo que pensaba —burló mientras me lanzaba un puñetazo.

Lo esquivé y contraatacando con un golpe directo en su abdomen. Él se encorvó hacia adelante y aproveché la oportunidad para golpearlo en la cara con toda mi fuerza.

—¡Eso no fue nada! —gritó mientras se recompuso rápidamente.

Pero esta vez no me detendría. Con una serie de golpes precisos y rápidos, logré llevarlo contra una pared. Cada golpe resonaba en el aire como un eco de nuestra rivalidad.

Finalmente, con un último golpe contundente en su mandíbula, vi cómo Sang Woon caía al suelo, derrotado. La victoria era mía.

Me quedé de pie sobre él, respirando pesadamente mientras mis amigos se acercaban lentamente detrás de mí.

—¿Estás bien? —preguntó Jin con preocupación.

Asentí lentamente, sintiendo la adrenalina disiparse mientras miraba a mi enemigo derrotado.

—Sí… ahora está todo bien —respondí con una mezcla de alivio y satisfacción.

Nos reunimos todos juntos, sabiendo que habíamos superado otro obstáculo en este complicado juego que era nuestra vida.

El aire en el almacén se sentía diferente ahora. Habíamos enfrentado a Lee Sang Woon y, aunque la victoria era nuestra, el peso de los últimos meses seguía presente. Mis amigos y yo nos miramos, sabiendo que era hora de dejar atrás este lugar oscuro y regresar a donde realmente pertenecíamos.

GOLDEN DARK (Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora