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Era un lunes por la mañana y Hazel se dirigía a la escuela junto a su madre, quien conducía con cierta prisa ya que debía atender una importante reunión.

-Gracias por traerme mami.-Bajando del auto y cargando su mochila.

-No es nada cariño, nos vemos luego, ten un gran día!- Acelerando ligeramente para ir en dirección hacia su trabajo.

Hazel entró y vio como los pasillos estaban totalmente aglomerados. Algo era seguro, nadie quería regresar de las vacaciones pero tampoco podían negar que extrañaban la compañía de sus amigos, bromear durante las clases, los recreos y demás cosas.

-Oigan...¡Cosmo!, ¡Wanda! Miren ahí.- Señalando a Dev, quien venía acompañado de sus drones.

-Todavía no puedo creer que le hayan borrado la memoria.- Wanda sintió lástima por el pequeño. Sabía que Dev no era la clase de ahijado que cualquier padrino mágico quisiera tener, pero por lo que Peri les contaba, no parecía ser un mal niño. Más bien, estaba frustrado porque su padre nunca le prestaba atención y mucho menos le brindaba cariño.

-No me imagino qué se sentirá que te quiten todos tus recuerdos. Me parece muy cruel esa regla y a decir verdad, cada vez que lo veo me siento muy mal por él.- Hazel agachó la cabeza y caminó en busca de su nuevo salón.

Ambos padrinos, quienes se encontraban escabullidos como llaveros en la mochila de Hazel, estaban de acuerdo con ella.
Es triste ver como le arrebatan esos momentos y recuerdos a un niño. Lo peor de todo es que en realidad había una larga lista de ahijados que fueron sometidos al mismo proceso.

-Querida... Lamentablemente esas son las medidas que deben ser tomadas en casos como el de Dev- Wanda trató de explicarle la situación pero más bien, hizo llenar a Hazel de culpa... ¿Por qué? Porque ella también contribuyó a que Dev perdiera a Peri. Si bien, él mismo fue el causante de todo, reconoció su error y lo enmendó. Además, Hazel sabía perfectamente que Dev tenía muchas más razones para tener un padrino mágico.

🌟

El día pasó muy rápido para Hazel y ya se encontraba esperando a su madre para que la lleve de vuelta a casa. Por otro lado, Dev miraba como todos los padres iban entrando para retirar a sus hijos. Lo que lo rompió en pedazos fue ver como los niños recibían a sus padres con un fraternal abrazo...

Así fue como poco a poco el lugar se tornaba vacío y aún así, su padre no llegaba.

-Hola?, ¡Papá!? Te estoy esperando en la puerta de salida. ¿Estás en camino, verdad?- Dev tuvo que llamar a su padre ya que habia empezado a llover.

-Los drones te llevarán a casa, ahora estoy ocupado. -Colgando la llamada.

Dev no pudo evitar quitarse las gafas y soltar una pequeña lágrima. Esa mañana le rogó tanto a su padre para que al menos le viniera a ver después de la escuela, pero al parecer tenía mejores cosas que hacer...

Hazel presenció todo el momento y decidió acercarse a su amigo.

-Hola Dev!- Hazel estaba muy feliz de volver a hablarle pero no estaba segura si esa sensación era recíproca. -Mi madre ya vino por mí y si quieres podemos dejarte en tu casa también!- Hazel pensó que quizá eso lo animaría un poco.

Dev se sorprendió, no solo porque Hazel le habló, sino porque también le ofreció dejarlo en su casa.

-Mis drones ya hacen eso por mi. No necesito de ti, ni de nadie. Puedo regresar a casa por mi cuenta!- Subió en uno de sus drones y cuando ya estaba a punto de irse, fue detenido por una voz.

-Ya lo sé, pero está lloviendo! Te vas a mojar!- Hazel gritó tratando de que Dev la escuchara pero este se fue, ignorando a la pequeña niña.

Hazel corrió hacia el auto de su madre y se subió de un salto.

-Hazel al fin entras, que paso ahí afuera? Vi que estabas hablando con alguien- La madre sonaba intrigada pero preocupada a la vez.

-Si mami, perdón, lo que pasa es que estaba hablando con un... amigo- suspiró al decir esta última palabra. Siendo sincera, ni ella sabía si eran amigos.

Hazel no estaba segura si Dev recordaba que en algún momento ambos se hicieron amigos. Con todo eso que le borraron la memoria... tal vez ni siquiera se acordaba de ella.

-No suenas muy animada- tomó la vía hacia la derecha.- Tu padre ordenó hamburguesas para el almuerzo!- definitivamente eso sí que la pondría feliz.

-Si!! Vamos! Deprisa!- dijo mientras se abrochaba el cinturón-

Acaso estuvo mal haberle negado la invitación a Hazel?
A Dev, su cabeza le daba vueltas... ¿Por qué Hazel le hablaría? Él nunca se ha portado bien con ella, entonces... ¿Por qué Hazel si? Su mente estaba repleta de inquietudes.

Afortunadamente su casa no estaba muy lejos de la escuela así que no se mojó tanto como para que le diera un resfriado. Al llegar, lo primero que hizo fue ir a cambiarse de ropa.

-Me gusta este, es muy parecido al que usa papá los fines de semana.- bajó a la cocina y como era de esperarse, no había nadie.

Dev no sabía cocinar, apenas tenía nueve años y lo mejor que pudo prepararse fue un sándwich de jamón y queso. También agarró un jugo de naranja, esos de cajita que a los niños tanto les encanta.

Las tardes de Hazel estaban llenas de diversión junto a Cosmo y Wanda. La pareja siempre se ocupaba de que su querida ahijada no se aburriera. La cuidaban y protegían como si fueran sus propios padres. En cambio las tardes de Dev eran solitarias y poco emocionantes. Él suele dejar encendida la tele, ya que de no ser así, el silencio de toda su casa lo volvería loco. Sí, una manía un poco extraña pero que al final le resultaba efectiva.

-DEV!- aquella voz masculina hizo que el niño fuera rápidamente a la planta baja.

-Me alegro mucho que hayas vuelto papá! No sabes la sorpresa que te tengo!- lo llevó de la mano a la cocina y justo en la mesa del comedor se encontraban dos platos que contenían una deliciosa ensalada de frutas.

Dev haría todo lo posible con tal que su padre pasase tiempo con él y sabía perfectamente que a su padre le fascinaban las frutas, así que no podia rechazarlo... al menos está vez no.

-Acabo de cenar en un restaurante- alejando el plato y yendo a la sala para encender la televisión y ver las noticias.

-Me esforcé tanto para que mi padre me diga que no. En verdad me odia tanto para no querer pasar ni un rato conmigo?- los ojitos de Dev se llenaron de lágrimas pero al notar que su padre estaba cerca, decidió ahogar su llanto y tratar de calmarse.

-Has visto el control? No lo encuentro por ninguna parte!!- gritó y Dev no le respondió

-Me estás escuchando!? Ven acá ahora mismo!- refiriéndose al menor

-No, no he visto el control remoto- Dev estaba dispuesto a ir a su habitación para dormirse ya. No tenía caso hablar con su padre.

-A dónde crees que vas? No te dije que te fueras- con un tono amenazante le hizo señas a Dev para que regresara

-Dime papá- su voz estaba muy débil porque no aguantaba más. Estaba a punto de llorar

-Te contraté una niñera. Te guste o no, ella te cuidará. Ahorita estaré más ocupado y no quiero que estés detrás de mí- sonó muy molesto, incluso a Dev le asustó porque pensó que lo iba a regañar.

-Como digas...- En verdad, él no estaba para nada de acuerdo con esta decisión, pero no podía contradecir a su padre. Le tenía tanto miedo que no se atrevía a confrontarlo...

¿Esto está bien? Peri/Poof ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora