Mi vida de Kdrama

5. Gran regalo

Después de una fiesta de cumpleaños épica, mi hermano gemelo Halan y yo estábamos completamente agotados. Habíamos celebrado el 27 de marzo y, tras toda la emoción, caímos en el sofá, deseando que el mundo se detuviera por un rato.

Al día siguiente, mientras Halan se sumergía en el mundo de los videojuegos, yo me dediqué a la cocina. Estaba haciendo galletas para vender en la escuela, disfrutando del proceso y esperando que mis creaciones fueran un éxito.

De repente, alguien tocó la puerta: "¡Tok, tok!" Me apresuré a abrir, y allí estaba un repartidor con una sonrisa amable.

—Hola, buenas tardes, ¿es la señorita Hanna? —preguntó.

—Sí, soy yo —le respondí, confundida.

El repartidor me entregó una tableta para que firmara.

—Entrega para usted. Firme aquí, por favor.

—Pero yo no pedí nada. Ni mis padres ni mis hermanos tampoco —dije, mientras firmaba.

—Este es su regalo de cumpleaños. Si quiere saber quién lo envió, tendrá que averiguarlo por usted misma —dijo el repartidor con un toque de misterio.

Miré el paquete, envuelto en papel brillante y con una etiqueta que no revelaba mucho. Sentí una punzada de curiosidad. ¿Quién podría haber enviado algo tan intrigante?

Subí el paquete a mi habitación y le pedí a Halan que me ayudara a abrirlo. Mientras lo deshacíamos, encontramos un peluche gigante, unas rosas con chocolates, una caja de chocolates blancos y otra de negros, un perfume, y un bolso increíblemente bonito. Cuando vi el bolso, me quedé sin palabras. Era el que siempre había querido, pero que mi papá nunca me había comprado porque decía que gastar tanto en una bolsa era ridículo.

Al observar la etiqueta en el bolso, vi que decía: "Para la niña de quinto grado Hanna, DE: Leo, el más guapo del universo".

—¡Ay, cómo lo supe! —murmuré, emocionada y sonrojada. —¡Es de Leo!

Halan soltó una risa y comentó:

—¡Ese idiota! Siempre está molestándote y ahora te manda un montón de cosas. ¿Cómo puede ser?

Recuerdo claramente cómo ese bolso me hizo recordar una de mis bolsas de colección se cayó al suelo.  la pisaron y la arruinaron. ¡Era una bolsa original y muy valiosa para mí!

Esa tarde, al ver a Leo en la escuela, no pude contener mi emoción .

—¡Leo, gracias por el bolso! —le dije, abrazándolo con entusiasmo.

Leo se quedó sorprendido por el abrazo.

—¿Ah, sí? pues te la regale porque una ves  que fui a tu casa a jugar videojuegos con halan una de tus bolsa cayo al suelo y  yo le quite el control a halan y sali corriendo y el me persiguió asi que pise tu bola sin querer.

—¡Así que fuiste tú! —grité. —¡Ven aquí!

Comencé a correr detrás de él por el pasillo de la escuela. Leo, divertido y sorprendido, intentaba esquivarme. La persecución se volvió una carrera frenética por todo el colegio. Mis piernas eran rápidas, y pronto nos encontramos corriendo como locos.

El director de la escuela nos atrapó y nos llevó a la rectoría por andar corriendo. Mientras esperábamos allí, Leo me miró y dijo, entre risas:

—Dios mío, ¡cómo corres con esas piernitas de niña!

No pude evitar reír mientras le respondía:

—¡Y tú eres increíblemente lento! Solo te alcanzaba porque te dejaste atrapar.

Cuando Halan llegó, no podía creer lo que estaba viendo. Se unió a la conversación y dijo, claramente celoso:

—No puedo creerlo. ¿Soy su mejor amigo y le regala tantas cosas a ella, mientras que a mí solo me dio un perfume?

Leo, todavía riendo, le respondió:

—Lo siento Bro pero conociendo a hanna sabia que tendría que regalarle algo muy especial y bonito o si no me mataría y  casi no me quedo dinero, solo me alcanzo para el perfume pero te prometo que te regalare algo mas .

Halan soltó un suspiro, y yo no pude evitar reírme mientras observaba la escena. Aunque el día había sido una montaña rusa de emociones, me di cuenta de que lo más importante era que, al final, todo había terminado con una sonrisa y una buena dosis de humor.