1. Capítulo

976 87 16
                                    

New York, Hotel Hale-Stilinski.

—Señor Stilinski... Por favor, tenga piedad...- suplicó un hombre de mediana edad de rodillas, frente al único escritorio dentro de la enorme y lujosa habitación en el penthouse del hotel igual de extravagante.

El aspecto demacrado del sujeto, su ropa desaliñada y los golpes recientes de su rostro, contrastaba enormemente con la "pulcritud" del lugar y demostraba cuan desesperado estaba por encontrar una salida...

El hombre de negocios de unos treinta años, se giró en su silla rotatoria, mostrándose cara a cara, finalmente a su "invitado". Vestido elegantemente de pies a cabeza, su anillo de casado y de compromiso brillando en su dedo anular, su cabello castaño ligeramente ondulado peinado hacia atrás, su piel pálida salpicada de lunares y su nariz respingona eran rasgos delicados pese a ser un hombre de mirada tan fría, en los hombros llevaba puesto un sobretodo color camel, que combinaba con sus ojos feroces.

Stiles Hale-Stilinski no era un hombre con el cual bromear, él y su cónyuge eran la cabeza de una organización mafiosa que tenía una cadena de hoteles y empresas exitosas a lo largo del país.

Se les consideraba como los "reyes" dentro del círculo del mercado negro, y el crimen organizado.

Y ahora, Stiles Hale-Stilinski. Estaba dandole una calada a su cigarro, sin apartar la vista del tipo arrodillado en el suelo, que posiblemente a sus ojos no era más que mierda en su zapato.

Chasqueo los dedos —Erica, dame el expediente por favor, y dile a Lydia que suba.-

La mujer rubia sonrió maliciosamente y se lo acercó, para despues hacer lo que le pidió, yéndose por el ascensor.

Un silencio se instaló en el penthouse, volviendo al tipo más y mas inquieto.

—S..Señor Stilisnki... Yo... Si usted me deja explicar...-

Jackson Whittemore se acercó y le dió un fuerte golpe en la mejilla —Hablarás cuando se te indique, basura. Y se dirigirá a él como señor Hale-Stilinski...-

El hombre tartamudeo una disculpa y se quedó nuevamente en silencio

Lydia subió con Erica por el ascensor y ambas se acercaron hasta pararse detrás del escritorio junto a su jefe

—Lydia, ¿cuales son los cargos que se le imputarían?.- preguntó mirando los papeles

—Malversacion de fondos y fraude.-

—¿Extraoficialmente?.-

—Usó el nombre Hale-Stilinski para cerrar tratos clandestinos con un distribuidor de drogas extranjero Alemán, que se expandió por toda el ala norte con productos a la mitad del precio con fórmulas rebajadas que le venden a los distribuidores de mala monta.-

Stiles se puso de pie mientras Lydia hablaba, y se acercó hasta estar frente al hombre, sin cortar el contacto visual, dándole otra calada al cigarro.

El hombre empezó a temblar

—Señor Fletcher... Su ambición nos costó el ala norte, cuyo trato habiamos cerrado con otro proveedor que, a diferencia de la basura con la que decidiste aliarte, no le vende mierda a los niños en las escuelas...- lo agarro del cabello para que lo mirara

—¿Recuerda cuál es nuestra política sobre niños y embarazadas?. Me imagino que no, porque de todas formas usted ahora tiene un Ferrari nuevo...-

—P... porfavor... Yo...- balbuceó cada vez más pálido

Stiles suspiró y le apagó el cigarro en la frente, mientras el tipo gritaba.

Luego siguió de largo hasta el ascensor, seguido por Lydia e Isaac.

Principe de la Mafia (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora