Principe de la Mafia (Sterek)

4. Capítulo

Unos días despues, Lucas y Eli hacían lo mejor que podían con el judo, pero definitivamente no eran muy buenos al respecto.

Al menos, Eli tenía la excusa perfecta para estar cerca y hablar con Reggie, conocerlo más a fondo y caer más fuerte por ese chico.

Porque Eli ya estaba muy, muy interesado en él, descubriendo aspectos que le gustaron incluso más que su aspecto físico, (aunque debía reconocer que en parte si era porque estaba caliente cómo el infierno), pero también era amable, inteligente, gracioso y absolutamente un buen instructor de judo, que te explicaba con toda paciencia cada movimiento.

El amor lo había golpeado como un camión de toros, y le importaba una real mierda suspirar como una niña de doce años por su idol de kpop favorito.

Lucas había renunciado a la idea de que el enamoramiento de su amigo sería algo pasajero, así que se abstuvo a las consecuencias de ser el mejor amigo en cuestión y mantenerse en ese club infernal para apoyarlo.

Además, algo de judo estaba haciendo maravillas con su resistencia, y al menos estaba pensando en desarrollar unos cuantos músculos por ahí.

—Estas mejorando.- Reggie lo ánimo con una sonrisa

—Yo... Gracias...-

—Deberías colocar el puño más arriba...- sostuvo su mano para moverla suavemente hasta donde debía estar —... Y tu espalda no tiene que estar tan rígida...- le habló cerca de su oído desde atrás, colocando su mano en su espalda baja para guiarlo correctamente.

Eli tragó saliva y esperaba que los sonidos de su corazón rebotando por todas partes en su pecho, no fueran muy notorios...

Lucas ponía los ojos en blanco cariñosamente, fingiendo vomitar en un rincón para después reírse de los ojos asesinos de su amigo.

La práctica había terminado y finalmente era hora de volver a casa. Eli y Lucas caminaron hasta Roscoe, cuando una persona tomó bruscamente la mochila de Eli.

Ambos se giraron con sorpresa y cautela, para encontrarse con Rayan quien les sonreía maliciosamente

—¿Qué están haciendo un par de perdedores tan tarde en la escuela? ¿Se quedaron estudiando o algo así?.- se burló

Sus dos secuaces se rieron secundando a su capitán de equipo.

Eli los miró con fastidio. ¿Estos idiotas no tenían nada mejor que hacer?.

—Dame mi mochila.-

—Ohhh ¿El perdedor la quiere?, ¿Vas a llorar si no te la devuelvo, dulce conejito?.- canturreó y el resto volvió a reírse

—Rayan.- lo llamó otra voz

Las risas se detuvieron y todos voltearon para ver a Reggie, que estaba con una expresión desaprobatoria.

—Devuelvela.- Le indicó con convicción.

Rayan lo miró con odio para después darle una sonrisa burlesca —¿Y por qué tendría que hacer lo que me pides?, ¿Te crees el defensor de estos perdedores?.-

Reggie dió unos pasos más con el ceño fruncido, tomando parte de la mochila, aunque Rayan no la soltó.

—Dije.- su tono de voz era increíblemente seco —Devuelvela.-

Todos se quedaron contemplando la escena en absoluto silencio

Rayan entrecerró los ojos, arrebatando el agarre de su primo sobre la mochila, para después arrojarla a los pies de Lucas, todo sin apartar sus ojos desafiantes de su hermano.