6. Capítulo

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Sus mejillas ardían, mientras el cálido beso continuaba, las mariposas seguían revoloteando sin control y un agradable hormigueo escalaba por sus labios

Su otra mano subió hasta la mandíbula de Rayan, apenas rozando su barba bien afeitada tímidamente con sus dedos, mientras el otro muchacho, lo sujetaba con un brazo en su cintura y su otra mano permanecía firmemente en su nuca.

Dios, el tacto de sus dedos amplios y cálidos en su piel se sentía tan protector y le daba una sensación de seguridad, siendo capaz de encontrar paz en cualquier situación, como si ya no tuviera miedo de nada en el mundo.

El sonido de unos golpecitos en el vidrio del auto los sacó del calor del momento

Rayan sonrió como si supiera exactamente quien se había acercado, y sin alejarse en lo absoluto de Eli, abrió la ventana y le sonrió al oficial.

—Chicos, lamento interrumpir pero tendré que pedirles que vuelvan a casa.- les indicó el oficial mirándolos con un poco de diversión

Las mejillas de Eli aún ardían, e intentaba por todos los medios, volverse invisible sin exito alguno.

—Seguro oficial, gracias.- Rayan le dedicó su mejor sonrisa política antes de volver a cerrar la ventana

Antes de alejarse de Eli, le colocó nuevamente el cinturon de seguridad, para después hacer lo mismo, y encender el auto.

—¿Ya sabías que se trataba de un oficial?.- preguntó Eli luego de un rato, aclarandose la garganta para que su voz no sonara rara.

—Sep.-

—¿Y por qué me besaste?.-

—Es un mirador para parejas, creí que era obvio.-

Eli lo miró con enojo —Eres un idiota.-

—Lo que digas, conejito.- se encogió de hombros

—¿Por qué demonios me llamas así?.- preguntó mientras ambos llegaban finalmente a la casa de Eli.

—Porque pareces un conejito, y puedo imaginarte perfectamente con un par de orejitas y un pompón, mientras estás saltando por ahí cómo un animalito chillón, molesto e hiperactivo.- le sonrió maliciosamente

Eli le sonrió de la misma manera, antes de que ambos salieran del auto, se escuchó un fuerte "plaf"

Al llegar a la puerta, Derek fue quien abrió, Stiles estaba un poco más atrás, y observó de primera mano como Eli ingresaba a la casa como un tornado de furia directo a su habitación, sin decir ni hola.

Los esposos intercambiaron miradas, antes de que sus ojos se posaran en el chico de ojos azules y cabello castaño claro que estaba ahora en la puerta.

Rayan se acercó poco después, quedándose se pie en la entrada, ante un curioso Derek que volteó para mirarlo con toda la intención de pedir una explicación, aunque su rostro normalmente inexpresivo no pudo evitar reflejarse la sorpresa al ver la marca de la palma de una mano en su mejilla izquierda.

—Ire a ver a Eli.- Stiles anunció dejándole el resto a su esposo, quien asintió.

Luego volteó a ver nuevamente al adolescente

—¿Noche dura?.- preguntó Derek arqueando una ceja

—Le daré los detalles, pero me temo que no pude mantener mi fachada, hoy fueron directamente a por su hijo.-

Derek se puso mortalmente serio —Vamos a la oficina y cuéntame todo.-

Rayan asintió siguiéndolo de cerca

Principe de la Mafia (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora