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FUEGO Y SANGRE ACTO I: LA PRINCESA DRAGÓN
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CAPÍTULO XL: Señores de las Tierras de la Tormenta
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PARTE 2/4
RHAENYRA INHALA EL AIRE FRESCO, sintiéndose renovada al volar sobre las nubes a lomos de Syrax después de tantos días de viaje por el mar. Era un verdadero placer estar de nuevo en el cielo, y su dragona consentida surcaba el horizonte con pausa y calma, dirigiéndose hacia Tarth.
Pasaron dos días en Los Pergaminos, disfrutando de la hospitalidad de Lord Penrose. Rhaenyra describiría la estancia en Los Pergaminos como sumamente agradable. Al día siguiente de su llegada, Lord Johan organizó un festín en el que, aunque la opulencia no igualaba la de los que se celebraban en la Fortaleza Roja, sí fue mucho más acogedor que el de aquellos.
La música llenó el aire y Rhaenyra se dejó llevar, bailando durante la mayor parte de la velada, y ni siquiera su embarazo le impidió divertirse. Laenor fue su compañero en el baile inaugural, marcando el ritmo de una noche llena de risas y conversacion cortés. Seguidamente honró a su anfitrión, Lord Penrose, participando en un turno con él y su hijo mayor, Adam, en la pista de baile. El muchacho se ruborizaba y apartaba los ojos de Rhaenyra cada vez que confundía los pasos, lo que acentuaba su evidente nerviosismo. A Rhaenyra le hizo gracia lo avergonzado que estaba el joven señorito Penrose, así que al final del festín bailó con él una vez más sólo para apaciguar su timidez.
