Confesiones Bajo la Luna
El bosque estaba en silencio, solo el susurro del viento entre los árboles acompañaba a Jonathan y Damian mientras caminaban.
La luna llena iluminaba su camino, creando un ambiente casi mágico.
Se detuvieron junto a un pequeño claro, donde la luz de la luna bañaba el suelo con un resplandor plateado.
Jonathan se sentó en el suelo, apoyando su espalda contra un árbol, y tiró suavemente de la mano de Damian para que se uniera a él. Damian se sentó a su lado, su cuerpo tenso pero relajándose poco a poco en la presencia de Jonathan.
—Siempre he admirado tu fuerza, Damian— dijo Jonathan, rompiendo el silencio.
—No solo física, sino también tu fuerza de voluntad. Eres increíble—
Damian miró a Jonathan, sorprendido por la sinceridad en sus palabras.
—Tú también eres fuerte, Jonathan. Pero no solo por tus poderes. Tienes una bondad y una paciencia que yo... a veces envidio.—
Jonathan sonrió y tomó la mano de Damian entre las suyas.
—Nos complementamos, Damian. Donde uno de nosotros es débil, el otro es fuerte. Eso es lo que nos hace un buen equipo.—
Damian bajó la mirada, sus mejillas sonrojándose ligeramente.
—Nunca pensé que diría esto, pero... me haces sentir seguro, Jonathan. Contigo, puedo ser yo mismo, sin máscaras.—
Jonathan levantó la barbilla de Damian con suavidad, obligándolo a mirarlo a los ojos.
—Y yo contigo, Damian. Eres mi hogar.—
En ese momento, bajo la luz de la luna, Jonathan se inclinó y besó a Damian. Fue un beso suave, lleno de promesas y esperanzas. Damian respondió con igual ternura, sus labios moviéndose en perfecta sincronía con los de Jonathan.
Cuando se separaron, ambos sabían que algo había cambiado. Ya no eran solo amigos o compañeros. Eran algo más, algo profundo y verdadero.
—TE AMO, Damian—Dijo Jonathan, su voz llena de emoción.
—Y yo a ti, Jonathan—: respondió Damian, su corazón latiendo con fuerza.
Bajo el manto de las estrellas y la luz de la luna, Jonathan y Damian encontraron no solo consuelo, sino también amor. Un amor que los fortalecería en los días por venir, un amor que los uniría para siempre.
