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Había pasado ya una semana desde la última vez que había visto a su víctima y si tenía que describir aquel lapso de tiempo en una palabra, lo haría sin duda alguna con "extraño". Su padre había hablado con él no más de lo usual. Había preguntado por sus comidas, regalos y cosas triviales a las que Phuwin ya estaba acostumbrado. Sin embargo, algo despertaba inquietud en él respecto al comportamiento de su progenitor, pues lo percibía como no adecuado tomando en cuenta los acontecimientos del fin de semana pasado.

Su padre jamás compartió ni una sola palabra de la conversación que tuvo con el padre de Pond, aunque Phuwin intentara. A pesar de que su actuar fuera insoportablemente insistente, ni una sola palabra salió jamás de la boca del señor. Este por su parte, se limitó a decirle que se encontraba absuelto de cualquier problema y que dejase de preocuparse por ello. Pero aquello no bastó en lo absoluto la curiosidad del más joven, quien hasta después de una semana, seguía comiéndose la cabeza pensando en que llevaba entre manos su padre y el de Pond.

Pero era aun más extraño el comportamiento de su compañero de cuarto, Fourth. Phuwin empezaba a pensar que tal vez estar en aquella relación tóxica estaba orillando a su gran amigo a la demencia, pues no podía explicar lo raro que estaba.

Cuando llegó el viernes anterior tarde por la noche de la clínica, se encontró con las luces de su habitación apagadas y a su amigo tapado de pies a cabeza por el grueso edredón, inmóvil. El pelinegro incluso dudó de la capacidad de Fourth de respirar a través de la gruesa tela que lo tapaba. Trató de hablarle, pues este siempre esperaba de él para ponerse al día respecto a las actividades del fin de semana, pero no funcionó. Phuwin pensó que se encontraba muy cansado y por ello lo dejó en paz.

Pero la situación solo empeoró.

Le tomó tres largos días darse cuenta que su amigo lo estaba evitando por completo. En las mañanas, salía casi que corriendo muy temprano de la habitación, antes de que siquiera Phuwin se levantase. Por las tardes, no regresó a la habitación como habitualmente hacía entre los espacios de su horario para verse y charlar. Y en las noches, tomó turnos en la enfermería que hacían que llegase muy tarde a dormir. También había tratado de sentarse a comer con él, como a veces hacían, pero nuevamente se vió rechazado con vagas excusas.

Al cuarto día Phuwin se cansó de ello, por lo que convencido de que la culpa era enteramente del bestia que tenía por novio, se decidió por enfrentar al supuesto culpable.

Estaba a pocos metros de su objetivo cuando vió como este corría lejos de su grupo para alcanzar a un chico, que resultó ser su compañero de cuarto. Curioso, decidió seguir con la mirada sigilosamente a la pareja y se llevó una muy grande sorpresa cuando observó a Fourth tratar al más alto de la misma manera en la que lo trató a él en todo la semana. Lo vió incomodarse con su presencia y también lo escuchó decir un montón de excusas que no tenían ni pies ni cabeza, negándose de sobremanera a hablar por mucho más tiempo con Joong, quien notablemente estresado por el comportamiento de su pareja, pasó su mano por su cabellera torciéndola un poco.

Phuwin observó a Joong dejar de insistir y a Fourth alejarse apresuradamente.

Ese jueves esperó hasta muy tarde que su amigo regresara de su turno en la enfermería, pero terminó por ceder cuando sus párpados empezaron a pesar, convenciéndose de que al siguiente día hablaría seriamente con Fourth.

Al levantarse, observó la hora de su celular muy asustado. Dormirse un poco más tarde de lo usual ocasionó que perdiera la primera hora de su clase de inglés. Miró hacia la izquierda exaltado solo para entristecerse al ver la cama de su amigo vacía y recién hecha. Suspiró y apresuradamente empezó a vestirse, pues llegaría solo a la segunda hora de su clase.

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⏰ Última actualización: Aug 29 ⏰

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★ ; misión: detengan esa boda (pondphuwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora