Prefacio

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Dan abrió los ojos ante el repentino ardor que sintió en su rostro.

Nuri lo había mordido en una mejilla, y ahora le miraba a la espera con esos lindos ojos grises y su dulce sonrisa.

Aquella era una forma común de despertar para Kim Dan. Cuando Jaekyung se levantaba para su trote matutino, tendía a llevarle a Nuri a la cama para que este no llorara por estar solito a su alrededor. A veces Dan le ganaba a despertar, otras Nuri le hacía reaccionar con aquel besito especial, ya tenía algunos dientecitos.

-Buenos días, Copito- murmuró Dan, con la voz adormilada, mientras abría los brazos hacia el cachorro, quien no dudó en lanzarse hacia delante y acurrucarse en el pecho del hombre.

Kim Dan no tardó en acariciar la espalda del pequeño, al mismo tiempo en el que le daba unos sonoros besos sobre su cabecita, sintiendo el aroma a leche, lo cual siempre hacía reír a Nuri.

-¿Listo?- preguntó el omega con una gran sonrisa, recibiendo una especie de asentimiento del bebé.

Entonces Dan se puso de pie, llevando a Nuri en brazos a su habitación para quitarle el pijama, y a su vez le cantaba una canción.

Tras cerciorarse de que Jaekyung ya le había cambiado el pañal antes de irse, Dan le vistió con un adorable overol verde y unos calcetines naranjas. Nuri aplaudió, para luego ser puesto en el suelo, sujetando la mano del omega, quien pasito a pasito le condujo hasta la cocina.

-Creo que papá tiene una salida hoy, Nuri- comentó Dan, mientras sentaba al cachorro en su sillita alta -. Se negará a desayunar - añadió, soltando un suspiro y volviéndose hacia el frigorífico.

El bebé sólo balbuceó, feliz de pronto recibir algo para comer.

Dan colocó lo necesario para poder preparar panqueques de avena con plátano, al mismo tiempo en el que platicaba con Nuri y le incitaba a decir algunas palabras.

Jaekyung estaba completamente reacio a la idea de que su hijo se entretuviera viendo vídeos o programas en el televisor, y Dan apoyaba esa decisión. Lo mejor para el cachorro era tener una estimulación más interactiva, alejado de la tecnología durante la etapa crucial de su desarrollo. Jaekyung casi estrella el teléfono de Papa cuando este quiso mostrarle un vídeo a Nuri en una ocasión que Dan llevó al bebé al gimnasio.

Sólo era por ahora, pues si de algo estaba seguro, era que en el futuro Jaekyung sólo le daría a su cachorro lo mejor de lo mejor.

En la actualidad, Dan hacía lo mejor para entretener a Nuri con juegos, enseñándole colores, los nombres de animales y frutas, cantando canciones y leyendo cuentos. Jaekyung también intentaba jugar con él cada que su trabajo lo permitía, pero no era tan bueno a la hora de estimular el lenguaje del pequeño.

Dan había puesto los panqueques de Nuri en su plato de astronauta, cortando previamente su desayuno en trocitos, acompañado de uvas a las que el omega ya le había retirado las semillas.

-¡Paño!- exclamó Nuri, que era la forma que tenía para pedir que le limpiaran.

Al cachorro le encantaba explorar, correr y arrastrarse donde le permitían hacerlo, sin embargo después de un rato asimilaba que se sentía sucio y pedía ser aseado.

Dan se acercó a Nuri con una servilleta para poder limpiar la miel de su boquita y manos, animándole a decir gracias porque esperaba que el pequeño, a diferencia de su padre, tuviera más cortesía y amabilidad.

Nuri trató de repetir la palabra, y tras ser celebrado por Dan soltó una adorable carcajada, para después volver a concentrarse en su plato.

Dan sonrió, mientras se sentaba en un banco de la isla de la cocina para comer sus propios panqueques.

Nanny Dan | JinxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora