໒꒱ Capítulo 2 ໒꒱

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˚₊‧໒꒱ SANA ໒꒱ ‧₊˚

—He presenciado cosas en mi vida, pero esto rozó los límites —bromeó Taehyung—. Tú y Chou Tzuyu, ¡esa Tzuyu! —soltó a reírse.

—Cállalo, que su voz me irrita —le dije a Momo.

—No puede ser tan malo, digo, pudo ser peor —Momo se sentó junto a nosotros en la mesa—. Pero no pudiste a escoger a otra persona, es obvio que Doyun no se dará por vencido hasta probar que no estás con la estudiosa Tzuyu.

—Hay que tener algo en cuenta, le caería así de bien —Taehyung chasqueó los dedos—, a los padres de Sana. Esa chica no tiene ni un solo noventa en sus calificaciones. Todas son sobre noventa y nueve. Es de admirar.

—Lo que más me duele no es eso —enterré mi cara entre mis manos—. Lo que más me duele es que la gente cree que soy lesbiana o bisexual. A mí solo me gustan los hombres.

—Ofrécele algo más y cámbiale el género, y ya —simplificó Taehyung. Momo y yo lo miramos—. ¿Qué?, solo decía, mejor me calló si no van a valorar mis ideas.

—Tengo que hacer que Doyun lo crea, y para eso, haré lo que sea necesario, incluso si eso significa abrazarla —arrugué el rostro—. Aunque muy bien no debe de oler. ¡Qué asco!

—Si tú no quieres yo sí —dijo Taehyung.

—Deja de incluirte en todo — golpeé su cabeza, este hizo una mueca—. Momo, habla con Dahyun, he visto que Tzuyu y ella se tratan, tal vez tú puedas decirle que la convenza sin que nos toquemos y así, que me tome asco.

—Sanake —Momo resopló—. ¿Cómo pretendes que sean algo si no dejas siquiera que te agarre de la mano?

—Tienes razón, ¡justo se tenía ella que cruzar! —inflé mis mejillas y dejé escapar el aire—. Todo quedaba tan bien, todo iba perfecto, pensé que terminar con Doyun sería fácil.

—Sería fácil si le hubieras dicho: hey, Doyun, terminamos, te acercas a mí y te pongo una orden de alejamiento —expuso Taehyung—. Pero ustedes las mujeres se complican mucho.

—Mírala, toda ella y muy cómoda, ni siquiera se ve preocupada —dije refiriéndome a Tzuyu, quien estaba sumergida en su lectora.

Sus ojos estaban ocupados por unas gafas negras, que adornaban perfectamente su rostro. No podía creer que estuviera tan tranquila después de lo que hablamos ayer. Giré mi cabeza a un lado, pensativa. No sabía en qué me había metido, pero tampoco es tan profundo.

Tzuyu no es precisamente fea, al contrario, tiene un rostro llamativo. Que decir llamativo, mucho más que eso, su piel era como un copo de nieve, su gorro de lana formando parte de su cabello oscuro, el cual era largo. Entrecerré la mirada a su dirección, estábamos muy lejos y siquiera nos mirábamos.

Dos parejas no podían estar así, no obstante, ella ni siquiera hacía el esfuerzo de acercarse. Aunque no sabía por qué quejarme, con Doyun era exactamente lo mismo, no me acercaba, de todas formas, en Tzuyu es normal. No somos nada ni hemos firmado ningún contrato para serlo.

Miré fijamente cuando Dahyun, su amiga, se sentó en la misma mesa que ella, pensé que comenzarían a hablar, pero en su caso, solo se saludaron y las dos empezaron a leer cosas diferentes, o bueno, Dahyun sacó su portátil y tecleó sin cesar. Me preguntaba donde estaba metida, en medio de que dos personas iba a tener que involucrarme para que llegara a ser creíble.

El arte de amar | SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora