II Devorar

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Por otro lado, en la habitación del pelirrojo, las cosas iban... No muy bien. Chigiri había decidido compartir la litera con Reo, mala idea. Mikage se movía de un lado a otro, así tambaleando toda la litera, parecía un mismísimo columpio. Eran, según el reloj de la pared, casi la una de la madrugada. Obviamente Hyoma no podía pegar el ojo. De pronto, esuchó un ruido en la litera del otro lado, miró sigilosamente.

Y vió como Bachira bajaba de la cama de arriba hacia la cama de Isagi.

¿Qué? ¿Cómo, cómo?

-Yoi, perdón por hacerte esperar, pensé que te habrías dormido- Bajó con mucho cuidado y silencio mientras susurraban, obviamente no querían despertar a sus compañeros.

-¿Y perderme dormir contigo? Jamás lindo- Isagi agarró su cintura y lo acercó más a él, sus labios estaban tan cerca, sentían sus respiraciones y se unieron en un beso sediento. Chigiri maldijo por lo bajo que sus ojos se estuviesen acostumbrando a aquella oscuridad. Se escuchaban sus lenguas chocando y los quejidos de Bachira por lo bajo.

Chigiri lo estaba escuchando todo, absolutamente TODO. Con vergüenza se tapó hasta arriba con la manta, mientras se hacía bolita y mil pensamientos pasaban por su cabeza. ¿En que momento ellos...? ¿No tenían vergüenza? ¿Porqué Bachira no se lo había dicho? ¿Hacían eso todas las noches y no se dió cuenta? Y derrepente un pensamiento fugaz pasó por su cabeza; Kunigami.

Ese hombre, alto, musculoso y por sobretodo muy guapo. Esa espalda, esos brazos... Tan fornidos. Cada detalle de su cuerpo parecía tallada por ángeles. Hyoma podía escuchar cada vez más su corazón latiendo frenéticamente, se agarraba su camiseta con euforia y totalmente rojo. Quería verlo, quería tocar y que esos brazos lo tocaran solo a él. Únicamente a él. Así como Isagi tocaba a Bachira sin ningún tipo de miedo.

Y sin darse cuenta sus manos habían bajado hasta su intimidad, tocando con desespero, sacando pequeños suspiros, sus dedos bajaban y subían cada vez más rápido, cerró los ojos con fuerza, pensando que el pelinaranja era el que lo tocaba. Los suspiros aumentaban y empezaba a sudar. Apunto de terminar y soltar su semilla, escuchó algo que le hizo parar en seco.

-¡Ah!... I-isagi- El mencionado le tapó la boca rápidamente y le susurró un "shhh" , resulta que Chigiri no era el único que estaba en un estado de extasís. El pelirrojo subió un poco la cabeza, sacándola de la manta, observó a los chicos y quedó de piedra.

Bachira e Isagi estaban ambos sin camiseta, Meguru estaba encima de Yoichi, sentado en sus piernas, mientras se movía, rozando sus partes desenfrenadamente, el de mechas rubias no podía evitar soltar gemidos e Isagi soltaba suspiros cada vez más fuerte. Yoichi lo tenía agarrado de las caderas. Para callar aquellos sonidos morbosos, el azabache le tomó por la nuca y lo acercó para besarlo o mejor dicho devorarlo sin paciencia. El sonido de sus lenguas bailando y sus erecciones rozandose cada vez más rápido, solo estimulaban más a Hyoma.

Chigiri se sintió tan avergonzado, por todo lo que había pasado, lo que pensó, ¿Qué hubiese pasado si Bachira lo escuchaba? O se hubiesen dado cuenta de que él los estaba observando, todo se convirtío en dudas. Después de tanto analizar las cosas, pensar y pensar, se durmió, del cansancio mental y físico.

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A la mañana siguiente, Bachira sacudía a Chigiri.

-Vamoos, princesaaa... Tu héroe no puede venir a darte un beso de amor para despertarteee, ya te saltaste el desayunoo- Claro, se había desvelado con esa noche tan agitada.

✧ 𝐁𝐞𝐝𝐫𝐨𝐨𝐦 | 𝘒𝘶𝘯𝘪𝘨𝘪𝘳𝘪, 𝘐𝘴𝘢𝘣𝘢𝘤𝘩𝘪 & 𝘕𝘢𝘨𝘪𝘳𝘦𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora