✧ 𝐁𝐞𝐝𝐫𝐨𝐨𝐦 | 𝘒𝘶𝘯𝘪𝘨𝘪𝘳𝘪, 𝘐𝘴𝘢𝘣𝘢𝘤𝘩𝘪 & 𝘕𝘢𝘨𝘪𝘳𝘦𝘰

VI Deseo

Advertencia: Contenido +18. Si no te gusta, eres libre de saltar el capítulo. (Kunigami top, Chigiri bottom) Se suplica discreción y espero lo disfruten.

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No lo podía creer, era Kunigami. En su cabeza se ataron los cabos y pensó que Reo se había cambiado de habitación en el tiempo que el estaba dando vueltas buscándolo.

-¿No me vas a dar la bienvenida?

Chigiri soltó el secador de pelo y se fue rápidamente a los brazos de su reciente amante, se le subió tal koala y Rensuke lo recibió sujetándolo con sus fuertes brazos por la espalda, ambos rieron como enamorados que eran.

-Bienvenido, mi héroe- Hyoma le susurró y le plantó un tierno beso en la frente. Siguieron charlando por un rato y a Chigiri se le había olvidado por completo que su cabello aún goteaba.

-Kunigami, ayúdame a terminar de secar mi pelo, odio dormir y que esté mojado- Recibió una respuesta afirmativa con un brillo en los ojos tal cachorrito, le entregó el secador y el pelinaranja se puso manos a la obra.

Pasó sus manos con todo el cuidado que pudo, sus dedos se enredaban entre las hebras pelirrojas de Chigiri, secando con cuidado, rozando su nuca y cuello, provocándole cosquillas al más bajo. Un pensamiento fugaz pasó por la mente de Hyoma, un tono carmesí apareció en sus mejillas.

Espera un segundo, si ahora estamos juntos en la habitación, pasando las noches juntos, eso significa que...

Se maldijo a sí mismo por no haberlo pensado antes, juraría que Rensuke no era ningún tonto y aprovecharía cada maldita oportunidad para hacerle de todo.

Por otro lado pensó en como habría convencido a Mikage para que se intercambiarán de habitación, pero ya tendría tiempo para interrogar a Reo hasta el cansancio.

En ese corto período de tiempo, donde su mente estaba llena de preguntas, su cabello ya se encontraba totalmente seco y brillante.

-Listo, hice mi mayor esfuerzo- Subió su mano hasta la coronilla del pelirrojo, acariciando y bajando sus dedos entre aquellas hebras. Chigiri también pasaba sus dedos por su pelo, comprobando que estuviese cien por ciento seco.

-Quedó perfecto, gracias...

Hubo un silencio, una tensión. Hyoma aún le estaba dando la espalda, estaba ansioso, agarrando un mechón de su pelo, nervioso y jugando con el.

Tik, tak, el tiempo corría.

Dió un suspiro, pero estaba seguro que el también quería lo que sea que estuviese a punto de pasar, así que quiso dar la iniciativa.

Hyoma se volteó y se subió a su regazo, Rensuke se sorprendió, pero, instintivamente le agarró las caderas. Sus miradas se cruzaron, Chigiri pensó que nunca se aburriría de aquellos ojos, tan hermosos, color ámbar. Se oían sus corazones bombeando rápidamente. Lo besó con ganas, cosa que obviamente Kunigami correspondía gustoso.

Cada roce hacia que chispas de electricidad recorrieran ambos cuerpos. Se separaron y regularon sus respiraciones, sus miradas representaban un profundo deseo.

Kunigami se quitó su camiseta, dejando ver esos musculos que hacían babear a Chigiri. El pelirrojo estaba desesperado por delinear cada rincón de esa bella musculatura. Instintivamente, aún arriba del pelinaranja, Chigiri empezó a moverse, simulando estocadas, sintiendo el miembro de Rensuke, que cada vez se ponía más duro.

Kunigami quería dejar claro que él quería llevar las riendas de la situación, por lo que, acorraló a Chigiri contra las sábanas, mientras Kunigami depositaba besos por el blanquecino cuello del pelirrojo, provocándole cosquillas, y con su mano daba caricias, pasando por su pecho hasta su vientre.