4. interview

516 51 7
                                    

📍Madrid, España
🗓 10 enero de 2024

Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina donde mi madre y mis hermanos estaban desayunando.

-Estás guapa.- dijo mi hermano cuando me vio y yo sonreí antes de darle un beso en la cabeza y otro a Paula para sentarme en mi sitio en la pequeña mesa.

-Gracias, renacuajo.

Mi madre puso una taza de café delante mía y yo le agradecí, no solía desayunar, pero un café siempre era necesario para empezar mi día y hoy más. Apenas había dormido de los nervios que me provocaba la entrevista que tendría dentro de una hora y media con Carlos Sainz. Aún me parece irreal y era una decisión que me había costado elegir, pero cuando mi madre me preguntó para transmitir el mensaje al piloto, acepté.
Alejandro y yo no habíamos hablado, le había intentado llamar, pero no contestaba ni a mis mensajes. Si de verdad nuestra relación había acabado, yo tenía vía libre para ir a la entrevista.

-No estés nerviosa.- me dijo mi madre.

-No lo estoy.- mentí y ella me miró incrédula con una sonrisita.

-Vas a agujerear la taza con los golpes que le estás dando con tus dedos.

Al decirlo, miré mi mano y dejé de hacerlo al instante. Suspiré.

-Tal vez esté un poco nerviosa.- admití con una mueca en la cara.

-Tienes ese trabajo, el pobre está desesperado por encontrar un asistente, aunque no le digas a Carlos que te lo he dicho, se quiere hacer el tipo duro.- sonreí con diversión y asentí.- Me voy a llevar a los niños al colegio, luego me cuentas.

-Vale.- dije un hilo de voz.

-Vamos, pequeños, despediros de vuestra hermana y coger vuestras mochilas.

Mis hermanos obedecieron, me dieron un beso cada uno y Paula me deseó suerte antes de ir a por sus mochilas.

-Lo harás genial.- me dijo mi madre antes de salir de la cocina para irse.

Una vez terminé el café, lavé mi taza y los platos de mis hermanos, fui a mi habitación y agarré mi chaqueta, unos guantes y la totebag. Me puse mis cascos y salí de casa, cerrando la puerta con llave antes de bajar las escaleras al son de la música aleatoria de mi playlist.

Me dirigí al metro con calma, había salido con tiempo de casa y tampoco quería llegar a la cafetería mucho antes que Carlos, solo un par de minutos.
Llevaba las manos en los bolsillos, siempre las tenía frías, a pesar de llevar guantes y que los bolsillos fueran calentitos aún no notaba la calidez que me gustaría, hasta que entré en el metro. Estaba lleno y eso hacía que el sitio subterráneo fuera mucho más caluroso de lo que era realmente Madrid en invierno. Tanto que terminé quitándome la chaqueta y los guantes.

La cafetería estaba a unos 40 minutos en metro, tenía que hacer transbordo dos veces, pero iba bien, tenía casi una hora. El primer metro llegó dos minutos después de que llegará al andén y diez minutos después estaba realizando el primer transbordo. Tres minutos después, agarré el segundo metro y con él vino el otro transbordo. Y en 8 minutos exactos estuve saliendo de la parada de metro.

Caminé unas cuantas calles hasta llegar a la cafetería donde el piloto me había citado. Apagué los cascos y miré la hora en mi móvil, perfecto, las nueve y veintisiete. Sonreí, ahora, ¿le esperaba dentro o fuera? Rezo porque entienda que le espere dentro, porque hace un frío horrible aquí fuera. Miré hacia el ventanal de la cafetería dispuesta a entrar, la sonrisa desapareció cuando pude divisar a Carlos dentro de esta con una gorra. Había llegado antes que yo. Los nervios volvieron a mí y respiré hondo antes de llevar mi mano a la puerta para abrirla, no podía irme ahora, ¿verdad?
Me dirigí con cautela a la mesa donde me esperaba mirando su móvil, parecía que estaba hablando con alguien.

Gold rush | Carlos Sainz (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora