11. run with me

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📍Maranello, Italia
🗓 23 de enero 2024

Los rayos de sol chocaron contra mi cara, despertándome. Abrí un ojo con mucho esfuerzo y vi que había dejado la cortina prácticamente abierta de par en par, ¿cómo se me había olvidado cerrarla?

Me giré hacia el lado contrario del gran ventanal y volví a cerrar los ojos, dispuesta a dormir un rato más. Hoy no tenía nada hasta la tarde que íbamos a la fábrica de Ferrari porque iban a enseñarle cómo iba el nuevo coche a Carlos y hacer unas pruebas, así que mi plan era dormir todo lo que quisiera.

Estaba a punto de volver a dormirme, ya notaba los ojos tan pesados que no iba a aguantar despierta un solo minuto más cuando unos golpes en la puerta me hicieron querer llorar, ¿podían dejarme dormir tranquila? Dios.

Aún así me arrastré por la cama, hasta el borde de esta y me senté frotándome los ojos y mientras me mentalizaba para ir a abrir. De camino a la puerta, me peine el pelo con los dedos, tenía que verme horrible.

-Buenos días.- dijo Caco nada más abrí la puerta.- ¿Te hemos despertado?

-No, que va.- negué con mi cabeza.- Buenos días.- les sonreí a los dos.- ¿Pasa algo?

-Era para bajar a desayunar juntos.

-Oh, tengo que vestirme y…

-No pasa nada, te esperamos.- me interrumpió Carlos.

-Vale, tardo nada, lo prometo.

-Tarda lo que debas de tardar, tranquila. Te esperamos en el vestíbulo.- se despidió Caco.

Me quedé otra vez sola y me adentré en la habitación para arreglarme. Me di la ducha más rápida de mi vida porque odiaba hacer esperar a la gente, pero tampoco podía bajar oliendo mal. Me puse un jersey blanco y unos pantalones vaqueros anchos, me fui a lavar los dientes y adecentarme para no para no parecer un muerto viviente, me peine el pelo, dejándolo suelto.

Ya estaba lista. Agarré las cosas y me aseguré de llevar todo antes de salir de la habitación. Bajé a toda prisa por las escaleras y llegué al vestíbulo lo más rápido que pude.

-Ya estoy.- dije cuando llegué al lado de los Sainz.

-Perfecto, vamos a desayunar, me muero de hambre.- exageró Caco y le seguimos al comedor del hotel.

Miré de reojo al piloto, ¿cómo iba actuar después de nuestra charla de ayer?

Ya había cerrado el comedor, éramos los únicos ahí, asegurando que nadie molestara a Carlos durante su desayuno. Me llené el plato de comida, aún sabiendo que seguramente no me comería ni la mitad, pero habían tantas cosas que se me hacía inevitable no comer con los ojos. Carlos estaba sentado en silencio, tomando su café, mientras yo intentaba no parecer demasiado emocionada por la cantidad de comida disponible.

-Esta tarde nos iremos a la fábrica sobre las cinco y media.- me informó el mayor de los Sainz.

-Vale, estaré lista a esa hora.

Estuve hablando con Caco tranquilamente mientras el piloto de Ferrari nos observaba mientras desayunaba en silencio, a veces aportaba unas pocas palabras, pero no mucho más.

-Perdón, ahora vuelvo.- se disculpó Caco cuando le empezó a sonar el móvil y se tuvo que levantar para contestar. Supongo que ser el representante de Carlos era mucho trabajo.

Cuando Caco se levantó para atender la llamada, el silencio volvió a asentarse en la mesa. Carlos seguía concentrado en su café, y aunque ya no estaba tan tenso como la noche anterior, seguía siendo reservado con sus palabras.

Gold rush | Carlos Sainz (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora