Nanako necesita ayuda con su técnica de colocación, y piensa en que su mejor opción es justamente aquel introvertido colocador del Club Masculino de Voleibol que tanta curiosidad le da. Tal vez esa sea su excusa perfecta para acercarse a él y poder...
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Al día siguiente del partido, Nanako fue sorprendida con el rápido accionar de sus amigos, quienes sin mucha complicación la habían postulado para el puesto de manager del equipo masculino a primeras horas escolares.
Fue aceptada de inmediato por los contentos entrenadores, pues estaba claro que ya se esperaban esa situación con la niña.
Ellos demostraron su entusiasmo por su asistencia al club al interceptar a Nanako en su camino a su salón en el mediodía, volviendo más tarde a su salón con las manos temblorosas abrazando una chaqueta roja perteneciente al club, y en esos momentos también comenzaba a pertenecerle a ella.
Algo tan normal como un uniforme la emocionó tanto, que con un impulso emocional, corrió por los pasillos con la prenda en brazos, aún sin probársela.
No tardó en llegar al que recordaba era el salón de Yuta y de Kuroo, guiándose por los números de curso en los carteles sobre cada puerta de las aula.
El número 3-5 se alzaba en la puerta donde ella se había detenido.
Según recordaba del sistema de asignación de clases, el número 5 probablemente sería para los más buenos académicamente. Era curioso como Yuta se encontraba en esa clase, pues el mismo afirmaba ser un desastre en todos los temas, pero lo era normalmente porque adoraba normalmente no hacer nada en clases y lo dejaba para luego.
Aún así, se encontraba en esa clase porque no había profesor alguno que no reconozca la inteligencia académica que Yuta tenía, aunque todos concordaban que tenía el mal hábito de dejar todo para el ultimo momento, y ahí era donde Kuroo entraba para entregarle múltiples hojas de los temas vistos que siempre tenía al día para ponerlo a estudiar como se debía. Probablemente Yuta estaría perdido sin la ayuda de Kuroo y su plan de estudio, pero partiendo de ese gran detalle, ya su manera de estudiar generalmente era merito propio del mismo Yuta, cosa que los profesores nunca pudieron negar, por lo que nunca pudieron permitirse darle un curso más bajo por su pereza.
Les era sorprendente la facilidad de aprendizaje que el Yukimura tenía, incluso en algunas evaluaciones solía competir con Kuroo por las calificaciones más altas. Claramente sabía cuándo ponerse serio en el ámbito escolar, y pese a recibir bastantes recomendaciones de los docentes sobre su desempeño el resto del año, ya llevaba tiempo de esa forma, por lo que los profesores se rindieron y lo dejaron a una persona mejor calificada para la situación que podía controlar a la 'bestia': Kuroo.
