Una clase de matemáticas

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Diego siempre le dijo a María que lo suyo nunca fueron las matemáticas, de pequeño lo suspendía todo, de hecho sólo tiene la EGB y se la sacó porque su madre fue a suplicar al colegio y le regalaron el título y la exsuegra de María que ya tiene una edad, tuvo que salir de la escuela con apenas ocho años, por eso es comprensible que no les salgan las cuentas al hacer la repartición del divorcio y vayan diciendo por ahí que el dinero para comprar "La casa de las mentiras" lo pusieron los padres de Diego y por eso él tiene derecho a disfrutarla mientras alarga el juicio todo lo que puede.
Pero vamos a hacer cuentas para que nos salgan collares... la hermosa casa dónde juegan a los médicos Pecho Palomo y Maruja la cachonda está tasada en unos 200.000€ de los cuales nuestra anciana venerable dice que ha puesto 60.000€ (de números no sabe pero exagerada es un rato). La suma la han sacado contando todos los regalos de cumpleaños, navidad y fiestas varias de sus nietos, su hijo y su "paño de lágrimas" de 50 kilos que hasta hace menos de un año consideraba su hija, y también de aportaciones varias como visitas medicas de su retoño, etc. Maria admite que a pesar de que sólo uno de los miembros del clan familiar iba a la peluquería, se compraba ropa de marca, disfrutaba de salidas con amigos, viagra, locales, tele por cable, etc. cuando se gasta más de lo que entra porque el sexo sale caro, las averías y emergencias no se pagan solas, de algún sitio tiene que salir, y después de vender todas sus joyas y eliminar la carne de su dieta e inventarse trabajos alternativos en "b", María le suplicaba a Diego que redujeran gastos, pero la respuesta siempre era la misma: "trabajo muchas horas, sólo se vive una vez y me lo merezco".
Así que vamos a suponer que es verdad, que las cuentas son correctas (también suponemos que los políticos no mienten y no pasa nada) que es ese el importe que los progenitores de Diego han aportado al hogar dulce hogar de la familia González. 60.000€ que dividimos en dos (porque Diego y María eran dos la mayor parte del tiempo,...luego cuatro, cinco, seis...y ya en el último año eran tres), al lío, 60.000€ entre dos son 30.000€. Ya va bajando la cosa. ¿Nos acordamos de cuánto tiempo llevan juntos María y Diego? Esa pregunta es fácil, solo hay que leer el título de esta novela de ficción...muy bien, treinta años. O sea que si dividimos...en realidad la aportación de nuestra dulce viejecita ha sido de 1.000 € al año. Que viene a ser....83€ al mes, que viene a ser... menos de 3€ al día. 3€ al día por aguantar humillaciones, gritos, insultos, desplantes, enfados, puñetazos en las paredes, platos rotos, llamadas a la ambulancia y policía, maltrato infantil, miembros viriles en la boca, BDSM, erotismo anal, travestismo...autolesiones, ansiedad, miedo....
3€ al día intentando tranquilizar a un niño aterrorizado, 3€ al día por trabajar a media jornada con la autoestima por los suelos y después intentar hacerlo todo antes de que tú marido vuelva a casa para evitar un conflicto que se produciría sí o sí, 3€ al día por sexo sin consentimiento, 3€ al día por hacer de terapeuta soportando las largas llamadas de Diego para quejarse de todos y cada uno de sus compañeros de trabajo...
A María le parece barato ¿No creen?
Aún con todo María estaba de acuerdo en devolverle ese dinero a su exmadre política con tal de que Beatriz volviese a hablarle (eso le prometió su hija) pero en realidad todo era una trampa, como siempre una mentira más de Diego para ganar tiempo. La "dama de las camelias" ya se había encargado de aconsejar a éste para que no firmara ningún acuerdo y así poder estar allí "de gratis" fornicando como conejos durante todo el tiempo posible. Porque él lo único que quiere es ver enterrada a María en la miseria por haberse atrevido a quitarse la venda de los ojos y dejar de consentir.
Así que si Diego y su dulce mami van diciendo a todos sus conocidos que la casa es suya porque la han pagado... María cree necesitan una clase de matemáticas.

30 años y un díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora