María ya nunca más va a poder hablar de tú a tú con Diego, no es que antes sirviera de mucho ya que nunca le escuchó, pero desde que tuvo que huir de la casa de las mentiras por acoso ya no ha podido hablar de forma civilizada con él. No está pidiendo nada irracional, sólo un "Diego, ¿Ya que tú amante está viviendo de gorra en mi casa te importaría devolverme mis fotos de la comunión, mis notas del colegio, mis libros de la infancia, etc? o ¿Ya has aprendido a hacerte un huevo frito sin hacer pucheros porque salta el aceite?, esas cosillas son importancia... así que María que es muy resolutiva decide imaginarse a Diego en su salón, ya puestos del tamaño de una zarigüeya y metido en la jaula del canario, con un esparadrapo en la boca, así no interrumpe, mientras nuestra protagonista entabla conversación con una copa de blanco París en la mano ... (sí, a María también se le ocurrió hacerlo tipo Cinco horas con Mario, pero para qué tanto rencor), y le comenta lo siguiente:
"Diego, sé que desde la distancia lo que más te sorprende de mi nueva vida es que haya personas que me amen, porque tú siempre pensaste que yo no era merecedora de ello. No te hablo sólo de mi familia, sino de mis amigos, te sorprendió que Olaya y yo nos quisiéramos tanto y por eso me prohibiste invitarla a casa por nochebuena a pesar de que iba a estar cenando sola en un día tan especial y tú ya tenías planeado sustituirme por tu jinetera, te sorprende la asociación que he creado y por supuesto te sorprende mi amigo Juan.
La única manera de que mi nueva vida social entre en tus paradigmas es pensar que mi gente es inferior a tí, déjame decirte que estás muy equivocado, nunca había conocido personas tan valiosas, y todos los días doy gracias al universo por haberlas puesto en mi camino, sobre todo Juan, que apareció en mi vida justo al día siguiente de salir de la prisión que creaste para mí. Sé que mis guías lo pusieron frente a mí para calmar el dolor que querías provocarme por haberme enfrentado a tí, y es uno de los mayores regalos que me han dado en mi nueva vida.
Conociéndote te estarás riendo de él y menospreciándolo, Beatriz, Marta y tú os partiréis la caja porque creéis que jugáis en otra liga. Pero lo entiendo, en vuestra mente cuadriculada no entra el amor verdadero. Así que como la esperanza es lo último que se pierde te lo voy a explicar.
Juan es una persona maravillosa, es divertido, es paciente, tiene bien gusto musical, le gusta la naturaleza, le encanta su trabajo, es buen padre...pero lo mejor de todo es que nunca me grita, nunca gruñe, no protesta por todo, no se enfada continuamente, si un día quedamos y hago tarde espera con una sonrisa, no me pone nerviosa cuando voy en su coche, no da frenazos, no jura en arameo porque el semáforo esté en rojo, no me mira con ojos de asesino si sin querer doy un portazo... No le he visto tratar mal a los camareros, ni dar puñetazos encima de la mesa. Es curioso pero no me veo en la necesidad de complacerle todo el rato y no me entra angustia si por un casual se me cae algo al suelo y está delante. Tampoco me juzga por mi forma de vestir, o por mi manera de ver las cosas, si vamos a ver una película que he elegido y es un tostón no me hace sentir culpable por ello. Me escucha, los dos podemos expresar nuestras opiniones sin que nadie nos reprenda.
Tampoco le he oído hablar mal de nadie, me consta que hay gente que le hace la vida bastante difícil, pero eso no le quita su buen humor, es compresivo con los demás y siempre está dispuesto a ayudar a sus amigos sin pedir nada a cambio.
Con él se acabaron los días de dar explicaciones por todo lo que como, leo, hablo... si hemos salido de fiesta a la vuelta no le he oído ningun reproche por como me he comportado y tampoco le he visto babear por las mujeres que tiene alrededor y te aseguro que muchas se le ponen a tiro. Me encanta compartir con él la tarta de zanahoria y el bocata. Podemos montar la tienda de campaña sin tensión, y si alguna vez no estamos de acuerdo en algo lo hablamos como adultos y nos disculpamos. Diego, mis amigos no me quieren cambiar, les gusto tal y como soy porque comparten mi vida conmigo, no soy un accesorio que tengan que lucir, como lo éramos Raúl y yo para ti.
Estoy segura de que te preguntas si tengo sexo con Juan porque en tu mente sucia no cabe que un hombre y una mujer puedan ser sólo amigos, ya te digo que no, pero no por lo que puedas imaginarte, sino porque no voy a tener sexo con él ni con nadie por mucho tiempo, años seguramente, y eso te lo debo a tí. Porque todas las experiencias que me has obligado a tener han creado en mí un "mecanismo ancestral de defensa" que hace que se me humedezcan los ojos con la sola idea de que alguien pueda tocarme. Sólo de pensarlo se me encoge el estómago y tiemblo como una niña asustada. Sé que cuando te decía hace ya tiempo como me sentía te burlabas de mí y sé que ahora lo seguirás haciendo, pero no obstante recuérdalo cada vez que vuelvas a algunos de los antros que visitábamos juntos, y no lo hagas por mí si no quieres, hazlo por cada una de las chicas que han sido convencidas por sus parejas o por sus follamigos insinuando que "está de moda", que una mujer moderna tiene que ser desinhibida, que ahora sale en las series de televisión como algo divertido y banal, por esas mujeres que han entrado en una fiesta liberal emocionadas por lo que les habían contado y que después de varios cubatas se ven atadas a una cruz, con la mente bloqueada, sin saber cómo salir de ahí mientras patéticos borrachos les comen los pechos y les meten sus dedos en la entrepierna, mujeres que miran al vacío esperando que todo termine para poder ir a casa y olvidarlo todo porque no quieren quedar como unas beatas amargadas, pero que no saben la cantidad de noches de pesadilla que les esperan.
Gracias a Dios yo ya he salido de todo eso y tengo almas de luz que me acunan y me dan su amor incondicional y Juan es una de ellas. Estoy segura de que piensas que es un don nadie, pero Don Diego Marqués de Gruñón y Villaviciosa, Juan es un ser increíble y tú nunca podrás ser como él.
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30 años y un día
Genel KurguHistoria de ficción sobre la vida de María maltratada por un narcisista durante más de 30 años, obligada a hacer cosas que no quería por un marido que no acepta su verdadera identidad sexual mostrándose ante los demás como un macho alfa. En esta his...