CAPÍTULO 1 🏷️

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Capítulo 1:
La leyenda de los amantes malditos.

🏷️❤️‍🔥

En la antigüedad, los dioses y los guardianes eran uno solo.

Noctis, guardián de la noche...

Anilium, guardián de los animales...

Selataf, guardián de las hadas...

Pixie, guardián de los duendes...

Y Prodigium, el guardián de los monstruos y demonios...

Cada uno poseía poderes asombrosos y, además, tenían una labor específica:
"Que la ley y el orden reinaran a toda costa en el mundo sobrenatural".

Esto pudo mantenerse así durante siglos, hasta que "Él", el todopoderoso,
decidió crear una raza más: la humanidad; aun sabiendo que el caos, la guerra y la ruina serian la recompensa de esta creación.

Todos sabemos que hay jerarquías, ¿no? Pues... Noctis... él estaba en la cima
de ella. Además de ser el protector de la noche también tuvo que ser el protector de esta nueva raza.

Los humanos habían sido creados sin poderes o habilidad mágica alguna, eran
simples... ordinarios... eran simplemente un medio para un fin.

El propósito de su creación no era otra más que adorar a su creador, siendo
fieles y devotos, y sobre todo, no tenían permitido poseer relación amorosa
alguna con, los que ellos llamaban, "La raza Forti".

Pero para los humanos esta regla, más que una tortura, era una bendición.
Ellos temían a estos seres sobrenaturales con fervor así que no eran capaces
de coexistir en el mismo entorno sin sentirse cohibidos.

Y mientras se sintieron así todo fue paz, hasta su nacimiento...

—¿Nacimiento? ¿Nacimiento de quién? —Evelyn en su disfraz de bruja miraba atentamente a Isadora mientras se mordía las uñas con curiosidad.

—Shhh —Elliot coloca su dedo índice sobre sus labios indicando silencio—, o la abuela no terminara su historia —hace una señal que indica que debe seguir hablando—. Sigue abu...

Isadora suelta una leve carcajada y continúa su relato.

Una niña llamada "Muila" era diferente a los de su raza, seguía siendo una
humana sin poder alguno pero su forma de ver a los Forti era única. Más que
temor todo lo que podía sentir era curiosidad. Se sentía atraída a lo desconocido y eso les trajo problemas a los guardianes. La niña, toda inocente, poco a poco fue ganando el cariño y el amor de estos protectores hasta que creció, convirtiéndose en una hermosa mujer.

Y ahí comenzó el caos...

Muila estaba interesada cada vez más en dos guardianes y Noctis y Anilium
estaban cautivados por una humana y no paso mucho para cuando los tres
rompieron una de las leyes sagradas...

"El amor entre un humano y un Forti estaba completamente prohibido".

Y pagaron el precio por ello...

Los dioses al enterarse de que los dos guardianes principales habían cometido
tal atrocidad los maldijeron a modo de castigo.

Noctis, quien tenía ojos negros como la noche, pasó a tener ojos rojos como la
sangre y colmillos largos y filosos.

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