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MinHo verificó que no hubiese nadie en el baño e hizo que Jisung se metiera.

Jisung se sentía extraño. Sentía que un calor recorría todo su cuerpo, de pies a cabeza. Que aunque se metiera en nieve o coma kilos y kilos de hielo no se le quitaría. Le comenzó a faltar el aire.

MinHo lo apoyó en el lavamanos y solo observó como Jisung se limpiaba la cara con papel. Cansado de que no quitara nada, le quitó el paño y lo pasó por su rostro para luego limpiar su pantalón justo al lado de su entrepierna, en donde cabe destacar que lo hacía con sumo cuidado, pero que a él extrañamente le había comenzado a excitar. Su entrepierna se estaba poniendo dura. Intentó salir corriendo de ese lugar pero MinHo no lo dejo.- Quédate aquí, no te iras hasta que estés limpio.

- Pero MinHo, necesito salir de aquí- Ahora estaba sonrojado, no podía ir todo peor aunque quisiera. Salió un gemido de sus labios que no alcanzo a atrapar mientras MinHo lo observaba con curiosidad. Rápidamente le dejo de prestar atención para enfocarse en la mancha que no salía. Lo hizo más fuerte, provocando que otro gemido más audible saliera de su boca.- MinHo, no puedo, en serio tengo que irme- Miro el cielo pidiendo fuerzas ¿Por qué siempre le pasaban esas cosas?

- No, estás sucio- Fue lo único que dijo MinHo. Jisung considero decirle la verdad. "Suéltame, que me estoy excitando y es por tu culpa" pero lo descartó al instante.

MinHo volvió a limpiar la cara de Jisung ignorando su sonrojo y el gemido que obviamente había escuchado. No es que hubiese estado atento. Era difícil sacarle el postre del cabello pero lo intentó. Se dio vuelta para botar el papel sucio y tomo uno nuevo. Pero el ambiente había cambiado, hacia calor, sudor corría por su cuello. ¿El aire acondicionado estaba malo? Negó mientras limpiaba el sudor en su frente. Observo a Jisung. Era él. Irradiaba un calor exagerado. Tocó su rostro y sus mejillas coloradas. Hasta sus ojos eran diferentes, una mirada acuosa que lo estaba mirando fijamente. Con los ojos entrecerrados y una boca entre abierta, donde se asomaba una lengua, que si no hubiese estado tan cuerdo, hubiese dicho que intentaba atraerlo.

Retrocedió un paso cuando Jisung se acerco peligrosamente a su espacio personal. Su aliento era tan caliente que le sorprendía que no saliera vapor.

¿Qué estaba sucediendo?

Jisung sonrió, ya no podía mas. Su mente y su conciencia se bloquearon, dejando su mente en blanco.

MinHo intento retroceder de nuevo pero Jisung fue mas rápido, con sus brazos lo atrajo a su altura. Besó tentativamente su labio inferior, para luego besar su mejilla. MinHo ya no estaba entendiendo nada.

Jisung lo atrapó en un beso feroz que MinHo no demoro en contestar, al contrario, con sus brazos tomo a Jisung, incitándolo a que colocara sus piernas alrededor de su cintura. Cosa que el aludido comprendió al instante. De un momento a otro era la lengua de Jisung la que estaba dentro de la boca de MinHo y al otro minuto era al revés.

Se besaron, ambos con locura, pasión, deseo y todos los sinónimos que existen para explicar ese momento. MinHo lo tiró contra la muralla blanca, donde no había nada. Apoyo su brazo en la pared mientras Jisung intentaba aferrarse de su cuello y su cintura con mas fuerza. MinHo habría mentido si dijera que estaba pensando. Todo era instinto.

En la cabeza de ambos estaba resonando una vocecilla lejana que decía prohibido, una voz que ni siquiera intentaron prestarle atención. Y si, quizás era un deseo prohibido por obvias razones pero ondear en que era una mala idea no era parte del ahora.

Besos, mordidas y chupetones iban en ambas direcciones.

MinHo agarró a Jisung con mas fuerza cuando sintió como se resbalaba, tal vez le temblaban un poco las piernas. Pero no era como para dejarlo caer. Miró hacia el techo y Jisung comenzó a pasar su lengua por la manzana de adán, para luego morder el costado de su cuello, dejando una marca, no tan notoria, pero marca al fin.

Tu anillo no sale de mi dedo | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora