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- Disculpa por venir de esta manera sin avisar- Le dijo Hanna al abrazarlo con fuerzas, sin pedir permiso para pasar a la casa que obviamente no era suya. Solo le dio una sonrisa sincera y tomó la mano de MinHo para que ambos se sentaran en el sillón.- Hemos venido a hablar contigo- Ella no podía dejar de sonreír.

Jisung vio como la incomodidad crecía en su pecho al verlos tomados de la mano, ahí sentados en lo que era su propiedad. Quería reclamar, como si tuviera el derecho de pedir que se abstuvieran de darse cariño en ese lugar. Intentó alejar esos pensamientos y busco una silla para sentarse.- ¿De qué? ¿Sobre qué?- Preguntó preocupado, algo le decía que no le iba a gustar lo que fueron a decirle.

Hanna se puso de pie, incapaz de esconder su emoción.- Quiero...- Observó a MinHo- Perdón, queremos, ambos, que seas nuestro padrino de boda- Hanna no podía mas de la alegría, sin darse cuenta de como le cambio la cara a la persona que tenia en frente. Prosiguió.- Se que es repentino, pero nada nos haría mas feliz que aceptaras- Hanna se acercó un poco mas a Jisung, hizo que se levantara de su asiento mientras ella le tomaba las manos con fuerza.

Jisung miró fijamente a MinHo, que estaba tras su prometida. No lo podía creer, como podía haber aceptado que se lo pidieran ¿Era un idiota?.- Yo no puedo. Tengo miedo escénico. No podría estar parado frente a tantas personas- Inventó mientras se giraba y caminaba de un lado hacia otro, nervioso. Sus piernas temblaban y su pecho se apretaba cada segundo que pasaba. Quería pedirles que se fueran para poder revolcarse en el dolor de una vez por todas.- No puedo, no es corrector- Susurró para si mismo.

- Por favor, hazlo por nosotros. Se que MinHo te quiere mucho, por eso eres el indicado para ese puesto- Hanna no estaba entendiendo la negativa de Jisung, creía que estaría feliz. No existía otra persona mas indicada. El mejor amigo de su prometido, un gran amigo de ella.

Jisung mordió su dedo y llevó la otra mano a la cintura, resintiendo un dolor punzante que le vino en la parte baja. Recordandole por qué no podía aceptar.- ¿Yo?- Dijo mirando a MinHo-¿Soy el indicado?- Jisung sabia que el momento en el que aceptara esa propuesta, su corazón sufriría al ver en primera fila como se casaba con otra persona. Estaba hiperventilando, su pulso se estaba acelerando y sus piernas parecían estar sobre nubes. Sabia que tal vez su corazón se partiría de una manera cruel y despiadada. Que nadie sabría del infierno en su alma ¿Pero si no aceptaba? ¿Se haría evidente el porqué? Tomó un poco de aire para tranquilizarse y coloco una sonrisa que no podría haber sido mas falsa. Intentó aplacar el temblor de su mentón.- Acepto- Era un masoquista, el peor de todos.

- Gracias- Le gritó Hanna, apretándolo fuertemente en un abrazo asfixiante. Aunque en ese punto no sabia si era culpa de ella o del nudo en su garganta. Lo hizo girar con alegría mientras que MinHo solo lo observaba con una extraña expresión en el rostro.- Ahora iremos a ver el lugar de la ceremonia ¿Quieres ir? No, mas bien tienes que ir- le exigió la novia.

- No puedo negarme ¿Cierto?- Forzó otra sonrisa sonrisa.

- ¿Estas bien?- Jisung escuchó que susurraba, pero no quiso responder.

[...]

Todo fue tan repentino. Jisung no quería pensar en ello pero hace poco había tenido a MinHo llenándolo, tanto su cuerpo como su alma se habían sentido complementados. Y ahora todo se había vuelto gris. El nudo en su garganta cada vez ganaba mas fuerza, tanta que temía ahogarse. Mordió su labio para aguantar las lagrimas cuando vio como su peor pesadilla se hacia real, y no podía hacer nada para evitarlo.

No podía negar que el lugar era hermoso, como un bosque encantado, lleno de arboles y flores autóctonas de la zona. Algo sumamente espectacular en donde se podría divisar la puesta de sol en primera fila. Jisung sentía que sobraba, no debía haber aceptado. En todo momento fue tras de Hanna y MinHo que hablaban, sonreían y jugaban entre ellos. Una complicidad que estaba comenzando a odiar. No podía llorar, aun tenia que aguantar. Tomó aire y fue a dentro a ver si necesitaban ayuda.

Tu anillo no sale de mi dedo | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora