¿Alguna vez has sentido que no perteneces al lugar en donde estas?.
El sol me mandó aquí por un propósito, pero, no entiendo cuál es. Creo, que el propósito de mi vida es ser una heroína.
Lo recuerdos invaden mi cabeza, el mismo sueño se repite en...
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El día del esperado examen de admisión había llegado, y Dai y Shiro llegaron al lugar de la prueba cargados con una mezcla de nervios y excitación. El sitio estaba lleno de otros aspirantes, algunos con caras confiadas y otros con expresiones tensas, cada uno sabiendo que se jugaba mucho en aquel momento. Pronto comenzarían el proceso de admisión y tendrían la oportunidad de demostrar todo lo que habían entrenado durante meses. Mientras se abrían paso a través de la multitud, Shiro y Dai aprovecharon la oportunidad para mirarse y intercambiar una mirada de determinación. Sabían que estaban listos para esta prueba, aunque la tensión en la atmósfera era palpable. Pronto sería el momento de demostrarlo todo.
Entre la multitud de aspirantes, notaron a un chico de cabello peliverde que parecía extremadamente nervioso, casi al borde del pánico mientras se preparaba para dar el primer paso hacia el examen. En un repentino desplome, perdió el equilibrio y estuvo a punto de caer, pero antes de que tocara el piso, una chica de cabello castaño se apresuró a ayudarlo, sosteniéndolo justo a tiempo. Aunque Shiro intentaba evitar que Dai se riera a carcajadas, la escena fue tan absurda y cómica que Dai no pudo contener su risa. La combinación de la expresión temblorosa del chico peliverde y su torpeza al tropezar, junto con el repentino rescate por parte de la chica de pelo castaño, hizo que la situación resultara irresistiblemente graciosa para Dai.
Cada vez que intentaba contenerse, Dai soltaba risitas o risas ahogadas, y Shiro tenía que darle golpes ligeros en el brazo para recordarle que se controlara. Aún así, los dos estaban tratando de no llamar la atención hacia ellos mismos y mantener su dignidad durante el examen.
Después de un momento, se acercaron a los chicos, aún luchando para contener sus risas pero manteniendo sus expresiones bajo control. Dai no pudo evitar soltar una última risita antes de dirigirse a ellos, mientras que Shiro sacudió la cabeza ligeramente, aún ligeramente divertido por lo que acababa de presenciar.
El chico peliverde, que ya estaba nervioso por lo sucedido, se tensó aún más cuando Dai y Shiro se acercaron. Sin embargo, cuando observó a Dai con atención, notó algo familiar en ella, y un destello de reconocimiento cruzó por su rostro.
-¿Estás bien? chico cabello de brocolí -dijo divertida dai-
El chico peliverde, aún un poco avergonzado por lo sucedido, se enderezó un poco y respondió con un rubor en las mejillas.
-Eh, sí, estoy bien - respondió inseguro, todavía un poco confundido por el hecho de que Dai lo hubiera llamado así.
Después de responder a Dai, el chico peliverde se quedó mirándola con atención, tratando de recordar si la había visto en algún lugar. Su expresión revelaba que no podía ubicarla del todo, pero había algo en ella que le resultaba vagamente familiar.
-¿Tengo algo en la cara? -preguntó dai al ver que el chico la miraba fijamente
La pregunta de Dai sobresaltó ligeramente al chico peliverde, quien se dio cuenta de que estaba mirándola fijamente. Se sonrojó un poco y balbuceó una respuesta.
