Capítulo 3: Cabalgando hacia el Destino

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Los años pasaron, y la alianza entre los reinos de Sakura y Sasuke se fue tejiendo lentamente, como una tela fina que se va entrelazando con paciencia y cuidado.  Las negociaciones se sucedían una tras otra, y los embajadores de ambos reinos se reunían con frecuencia para discutir los términos del tratado.

En ese tiempo, Sakura y Sasuke se vieron en varias ocasiones, ya que los reyes de ambos reinos consideraban importante que los futuros gobernantes se conocieran y se familiarizaran.  Cada encuentro era una oportunidad para que sus corazones se acercaran un poco más, a pesar de las estrictas reglas que los separaban.

Sakura, ahora con catorce años, se había convertido en una joven hermosa y elegante.  Su cabello rosado, como pétalos de cerezo, se extendía por su espalda en una cascada de rizos.  Sus ojos verdes brillaban con inteligencia y vivacidad, y su sonrisa podía cautivar a cualquiera.  Su educación había sido impecable, y sus modales eran impecables.

Sasuke, también con catorce años, había crecido hasta convertirse en un joven alto y fuerte, con una belleza que no dejaba indiferente a nadie.  Su cabello negro, como la noche, enmarcaba un rostro perfecto, con ojos oscuros que parecían penetrar el alma.  Su educación había sido rigurosa, y su comportamiento era digno de un futuro rey, aunque solo fuera un principe.

A pesar de las diferencias entre sus reinos, Sakura y Sasuke habían encontrado un terreno común en su pasión por la equitación.  Ambos disfrutaban de la libertad de cabalgar a través de los campos y los bosques, sintiendo el viento en sus rostros y el ritmo de los caballos bajo sus piernas.

Un día, se organizó una cabalgata para celebrar el avance de las negociaciones.  Sakura, acompañada de su dama de compañía, Ino, una joven de su edad con una personalidad alegre y extrovertida, se preparó para la ocasión.  Se vistió con un vestido de montar de color verde oscuro, que resaltaba la belleza de su cabello rosado.

Sasuke, acompañado de sus sirvientes, también se preparó para la cabalgata.  Se vistió con un traje de montar negro, que realzaba su figura imponente.

Cuando se encontraron en el punto de encuentro, ambos se saludaron con una reverencia, con una mezcla de respeto y cariño.

- Sakura - dijo Sasuke, con una sonrisa que le hizo sentir un cosquilleo en el estómago.

- Sasuke -  respondió Sakura, con una sonrisa que no pudo evitar.

Juntos, montaron sus caballos y se adentraron en el bosque.  El sonido de los cascos golpeando el suelo resonaba en el silencio del bosque, creando un ritmo que les hacía sentir libres y poderosos.

Mientras cabalgaban, Sakura y Sasuke conversaron sobre temas de la realeza.  Hablaron de la política, de las alianzas entre los reinos, de la economía y de la cultura.  Sakura se sorprendió de la inteligencia y la sabiduría de Sasuke, y él se maravilló con la perspicacia y la sensibilidad de Sakura.

- Me sorprende tu conocimiento de la política, Sakura - dijo Sasuke, con una sonrisa.

- He aprendido mucho de mi padre-  respondió Sakura, con una sonrisa tímida.

- Y yo de mi padre -  dijo Sasuke, con una sonrisa.

- Pero me imagino que también has aprendido mucho de tu hermano, Itachi -  dijo Sakura, con un tono curioso.

Sasuke asintió, con una mirada un poco melancólica.

- Sí, Itachi es un gran maestro.  Me ha enseñado mucho sobre la vida, sobre el deber, sobre la responsabilidad.

- Me gustaría conocerlo mejor - dijo Sakura, con una sonrisa.

- Tal vez algún día - respondió Sasuke, con una mirada llena de misterio.

Mientras seguían cabalgando, Sakura y Sasuke se olvidaron de las reglas y las prohibiciones que los separaban.  Se sintieron libres, como si el bosque fuera solo para ellos.

La cabalgata terminó con la puesta de sol, y Sakura y Sasuke se despidieron con una reverencia, con la promesa de volver a verse pronto.

Sakura regresó al palacio con el corazón lleno de alegría.  La cabalgata con Sasuke había sido un momento mágico, un escape de la realidad que la esperaba.  Pero sabía que su felicidad era efímera, y que el destino les tenía preparada una serie de pruebas que pondrían a prueba su amor y su valentía.

La boda de Itachi, que había sido un evento tan importante, seguía rondando su mente.  Se preguntaba si Sasuke alguna vez se casaría, si encontraría a alguien que lo amara tanto como él la amaba a ella.

Sakura no sabía qué le depararía el futuro, pero una cosa era segura: su corazón seguía latiendo por Sasuke, y su amor por él se había fortalecido con el paso del tiempo.

 Sinfonía de Amor y CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora