capítulo 19

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Khaotung y Gun se encontraban recorriendo tienda tras tienda, comprando absolutamente nada, mientras que First y Off caminaban tras ellos.

— todavía no me acostumbro a esto. — murmuró Off, lo suficientemente bajo como para que Gun no lo escuchara, pero lo suficientemente alto para que First pudiese contestarle. — ¿realmente disfrutan no comprar?

— es lo mismo que ver un partido de fútbol. — contestó First. 

— ¿cómo dices? — Off frunció el ceño.

— Khaotung y Gun miran prendas, conversan sobre ellas, comparan los precios y las tiendas, analizan las telas y los diseños. nosotros miramos una pantalla, le gritamos indicaciones a la nada, cuestionamos el rendimiento de los jugadores y recordamos los mejores partidos, además de analizar los pases. — explicó, con tranquilidad. — es lo mismo.

— eres muy sabio, Kanaphan. — rió el más bajo, dándole la razón. — mejor no me entrometo.

— exacto, tú camina, y déjalos ser. — First miró a Khaotung. — lo que importa es que sonría. si te invita es porque está cómodo con tu compañía. interésate en lo que te habla, y te acostumbrarás a salir de compras, sin comprar.

— cuando hablas así, me pregunto cómo podías no darte cuenta de lo enamorado que estás de Khaotung. — suspiró Off, mirando a Gun. — luego yo me pregunto cómo pude estar tanto tiempo sin intentar nada con él.

First observó a los otros dos entrar en una tienda más. — supongo que cada uno cayó a su tiempo.

Khaotung no compró nada, pero disfrutó de helado en compañía de sus amigos, y First. el mayor lo dejó en su casa, para luego irse a la suya a compartir con sus padres.

cuando comenzó a llegar la noche, First entró a la habitación cargando un macetero con flores, vestido con un traje negro.

— ¿crees estar listo en media hora para salir a cenar juntos? — le preguntó, regalándole una sonrisa, a la vez que extendía el macetero hacia él.

— ¿a qué se debe esta sorpresa? — murmuró Khaotung, observando las flores con detenimiento. — hace mucho que no veía pensamientos, First. mamá no volvió a pedirle al jardinero que plantaran.

— cumplimos nuestro primer siendo novios, princesa.

Khaotung se sonrojó. estuvo tan ocupado con la confección de su diseño, que no cayó en cuenta del paso del tiempo.

— ¿y por qué pensamientos? — preguntó, acomodando en su escritorio el macetero.

se veía hermoso decorando ese espacio, contrastando sus fuertes colores morado, amarillo y rosado, contra la blanca pared.

— porque te gustan, y porque es una planta conocida como símbolo de un amor que es profundo. — contestó, abrazándolo por la cintura. — hay una leyenda que dice que la flecha de Cupido cayó sobre esa flor.

Khaotung le devolvió el abrazo, descansando su cabeza en su pecho. — ¿en qué página de internet leíste eso?

— me lo dijo el señor que me vendió las semillas. — confesó, dejando un beso en su frente. — además me explicó cómo cuidar la planta, para que creciera sana y fuerte, como nuestro amor.

— ¿la plantaste tú? — se sorprendió, porque no había visto antes ese macetero en la casa del otro.

— sí, compré las semillas poco después de comenzar a pensar en mi propuesta para ser novios, en la lluvia de estrellas. — le contó. — las planté, y en menos de tres semanas ya habían brotado. crecieron preciosas para ser un obsequio en nuestro primer mes.

Princesa | FirstKhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora