La carretera gris parecía ser eterna durante el viaje de Checo Pérez rumbo a Maranello, los finos ojos del pelinegro fijos al frente y la mente viajaba en sus pensamientos, definitivamente él nunca espero vivir aquello.
Mierda, Checo ¿Y si solo estás imaginando cosas? Se preguntó el joven mientras chasqueaba la lengua desesperado h revolvía su cabellos bastante estresado ¿Híbrido? ¿Es en serio? Definitivamente el trabajo te tiene loco. Volvió a pensar, tratando de relajarse y concentrarse en el largo día de trabajo que al pobre le esperaba. Pero esos ojos... Esos ojos brillantes como el mar, tan profundos como un agujero negro y tan hermosamente peligrosos como su lado de león. Checo suspiró, en su vida había visto unos ojos tan preciosos como los del gatote salvaje que se convertía en humano como Bumblebee en un Camaro 2017 amarillo brillante. Checo rio ante la comparación.
Hay comparaciones estúpidas y después viene la tuya, Checo Pérez. Atacó el subconsciente del pelinegro.
Pensamientos estúpidos, ojos bonitos y gatotes salvajes pasaron en la mente distraída de Sergio hasta que por fin ¡Por fin había llegado al maldito Maranello! Y a pesar de que llegaría ocho minutos tarde, el castaño bajo a una cafetería, necesitaba cafeína en su organismo y no parece tener fin. Y no es como que a Sergio le gusten tanto las reuniones siendo el asistente de su asqueroso y gordo jefe.
-¿Alguna idea para alguna prenda en primavera Pérez?-Pregunta el jefe de Checo, Esteban Ocon.
Checo pestañeó repetidas veces para esfumar el sueño y aclaró su garganta, su mano estiró el pequeño nudo de su corbata negra y suspiró.
-¿Nuevos modelos en bañadores?-Sugirió inseguro, realmente no sabía porque mierda estaba con la duda en su voz si ya tenía bocetos nuevos para los modelos nuevos de este verano en su empresa de moda.
-Buena idea, se acerca el verano, ideal para lucir un lindo traje de baño-Ocon, quién estaba sentado a un lado de Pérez y a la cabeza de la mesa de juntas, asintió bajando su mano para rozar el muslo del pelinegro, actuando como si nada malo estuviera pasando.
Y es que Pérez lo notó e incómodamente se cruzó de piernas para alejar la mano de su jefe fuera de su cuerpo. Tranquilo, tranquilo. Se repetía Checo nerviosamente.
No era la primera vez que el pervertido de su jefe trataba de robarle un beso o tocarle en partes sumamente prohibidas que solo una pareja suya podría tener el privilegio de tocar. Cómo su trasero, o las caras interiores de sus muslos... O su entrepierna.
Checo siempre trataba de alejar las asquerosas manos de Ocon de su cuerpo. Dios mío ¡El hombre tenía cincuenta y siete años, estaba casado y con tres hijos mayores que Checo!, ¿De dónde mierda el castaño podría pensar que podría ser una noche para el viejito con ganas de polvo? ¡Ni para el arranque tendría fuerza!
Además... ¡No era su tipo en caso de que le gustará asaltar bastones!Pero claro, Checo tuvo que soportar alejar las manos del anciano (aún que solo era ¡Diecisiete años mayor que el!) durante dos horas y media.
-¿Lo notaste verdad? ¡Ya me tiene harto!-Exclamo Checo con sus carpetas pegadas a su pecho.
-¡Por supuesto que lo noté, bomboncito! Ocon realmente es asqueroso contigo.- Le acompaño el de rastas castañas con su fuerte y trabajador brazo entrelazado con el de Checo.
-Lewis ¿Podrías matarme y acabar con mi sufrimiento?-Checo pregunto sentándose cansadamente sobre su silla de oficina a la vez que lanzaba sus papeles en el escritorio.
Lewis Hamilton, un precioso hombre de veintinueve años y modelo de la empresa de modas B&S. Era el hombre más dulce con Checo y un gran amigo, aunque claro, el hombre solo podía ser como un padre furioso cuando alguien quería pasarse de listo con su "cariñito" o su "bomboncito de miel". Un chico que tenía el cariño y confianza de Pérez desde que el llegó a esa empresa, sin embargo, él no podía hacer nada contra el asqueroso jefe de Checo ¿Por qué? Simple..
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León Mimado [Chestappen]
Fiksi Penggemar¡Sergio! ¡¿Porqué tienes un león en tu sala?!. Lindo gatito no me hagas daño, se bueno no me comas por favor. No le haré nada a tu dueño, lloriqueba un asustado Lewis Hamilton. ----------------------------------------------------------------- Adapt...