4. Confesiones borrachas.

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El plano mental se sentia caliente, o posiblemente era Ford acalorado por el alcohol que se encontraba consumiendo o talvez el esfuerzo fisico de el karaoke a todo pulmón... pero realmente no sabe en que momento se puso a bailar.

Bill lo veia flotando cerca a la maquina de karaoke, a diferencia de Ford el se encontraba achispado, embriagar a un demonio era mucho mas difícil y de cualquier manera queria recordarlo todo mañana, simplemente para recordarselo a su "amigo" y burlarse un poco bastante de el.

eso lo hizo pensar un rato.

Talvez... Talvez no iba a incinerarlo al terminar su maquina, solo talvez podría quedarselo como una mascota, le agradaba estar cerca de el, se sentia adorado pero comprendido a la vez, algo feliz, mas que con sus demás fenomenos, ¿Ford se habia convertido en algo asi como una mascota especial? eso debía ser... Aunque ya era extraño viniendo de el rey de el caos.

De repente un brazo lo tomo desde atras, de el lo que supone que seria su nuca, mientras su cuerpo pesado se pegaba a el.

—Bil...Bill— arrastro las palabras borrachas.—Hace tanto que no... que no celebraba mi cumpleaños.— Dijo abrazándolo mas sofocantemente. como podía abrazar a un triangulo.

—Lo se, Eres un mortal muy solitario.— bill paso su mano por su cabello castaño, como si lo estuviera calmando. Ford se inclino hacia la caricia, con los ojos cerrados suavemente. —creeme que es mejor asi, los vínculos de hacen débil, es otro punto que te hace mas inteligente.— continuo el demonio.

—pero... me... gusta, me gusta el vínculo que tenemos, creo que... realmente el único que me.. mm gusta.—

Bill sintio el calor en su rostro de nuevo, llevando su vista hacia un lado para intentar no mirar directamente a el rostro que se encontraba al lado de el suyo.

—Dios Sixer, el alcohol deja salir tu lado sentimental.— solto Bill con una risa nerviosa, tratando de encubrirse.

—Pero es realmente lo que siento mi musa, sin haber tomado ni una gota de alcohol... tu eres tan... tu- eh, yo te... mi musa.—

En un descuido nervioso, el único ojo de Bill y los ojos azules de Stanford se encontraron ambos ruborizandose al instante, el de anteojos con una expresión descuidada y el triangulo con el ceño fruncido ligeramente.

este hombre estaba reduciendo al demonio de los sueños, dios de el caos a un manojo de nervios.

—Esa mente brillante tuya se hace papilla, es hora de dormir, de verdad.

—yo no...

y con eso el pasaje mental desapareció, Staford sintio el peso de la gravedad sobre su cuerpo tendido en el suelo de su habitación.

Ford soltó algunos gemidos de incomodidad, levantándose con pesadez, mirando hacia los lados antes de pasarse una mano por todo su rostro mientras suspiraba.

Bill lo veia desde algún lugar que para Ford era imperceptible.

Vio como tomaba su diario y se trataba de manetener de pie mientras escribía algunas cosas sin mucha coherencia, incluso en el angulo en el que se encotraba Bill pudo notar como su letra parecia irse desde el centro hacia cada punta, era extraño. Digamos que el triangulo tuvo suficiente cuando la cabeza se Ford choco contra una lampara encima de el lo que termino causando un efecto mariposa de tropezarse con hojas en el piso, haciéndolo caer sentado.

Bill sintio que se queria arrancar su propio ojo al darse cuenta de una sensasion de culpa que se formaba dentro de el ¿No podia dejarlo allí e irse? de cualquier manera iba a caer dormido en cualquier momento.

Fragments of us. [ Billford ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora