Lover | Ona Batlle

Capítulo 025: Chantaje

Han pasado dos horas desde que Ona se desmayó, la llevé de vuelta a la habitación y le dije que se echara una siesta, a lo que ella accedió.

agarro mi sudadera con capucha y salgo para ver a Jorge caminando hacia mí, me doy la vuelta para alejarme, me agarra del brazo y me arrastra a una habitación vacía...

"Suéltame" le exijo y se ríe

"¿Sabes qué es gracioso Ferdinand?"

"¿Qué?" Le contesto enfadada

"Puedo hacer lo que quiera y no puedes decir ni una palabra" sonríe

"¿Qué te hace pensar eso?" Digo

"Tú y la dirección de tu noviecita es una razón" él sonríe malvadamente

"¿Qué quieres decir? ¿Qué pasa con nuestra dirección?"

"Nada... Sólo creo que a los fans les encantaría ver tu apartamento" dice en un tono dulzón.

"No te atreverías, eso es ilegal" digo sorprendida de que esté hablando de chantajearme.

"Oh si lo haría Ferdinand"

"¿Es por esto por lo que Ona ha estado tan extraña?"

"Tal vez..." se encoge de hombros "Verás, la federación ha estado sobre mi espalda por un tiempo y necesitaba que ella me ayudara... Pronto me di cuenta de que una no es suficiente y por eso necesito tu ayuda"

"Has perdido la cabeza" Me río

"No, no creo que lo haya hecho ahora, ¿me ayudarás o te enfrentarás a las consecuencias?"

Gruño... Sólo hay una opción, ¿verdad? No puedo dejar que filtre mi dirección y la de Ona.

"Te ayudaré" murmuro y él aplaude.

"¡Excelente! Te avisaré cuando se te necesite" me palmea el hombro con una sonrisa complacida antes de marcharse.

Le sigo y me dirijo a la habitación del hotel furiosa por lo ocurrido. Cierro la puerta y veo que Ona ya está levantada de nuevo, me mira confundida por qué me he enfadado.

"¿Cómo te encuentras?" Pregunto

"Creo que eso debería preguntártelo yo" bromea y me tumbo a su lado

"¿Cuándo me ibas a contar lo del chantaje de Jorge?".

"¿Cómo lo sabes?" Ella entra en pánico

"Relájate, me lo dijo Mi amore" digo besando el lado de su cabeza

"Está bien" ella responde "Ya pasó"

"Hm" tarareo antes de quedarme dormido con ella en mis brazos.

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Nos despertamos con el despertador como siempre, me froté los ojos y Ona se incorporó mientras bostezaba

"Buenos días" murmuró.

"Buenos días" le contesto antes de sentarme y levantarme de la cama, agarro un cepillo para el pelo y me lo cepillo rápidamente.

Ona se levanta y me da un beso rápido en los labios antes de agarrar una toalla y darse una ducha, mientras tanto me cambio y le mandó un mensaje a Ella para ver cómo le va.

Una vez fuera nos ponemos los zapatos y bajamos agarradas de la mano, vamos a por el desayuno cuando siento una mano firme en mi hombro. Me giro y veo a Jorge allí, me dirige una mirada que me hace pensar en seguirle.

"Ahora vuelvo" le susurro a Ona y ella me dedica una pequeña sonrisa mientras asiente con la cabeza.

Caminamos hacia la salida de la cantina que estaba escondida en un rincón, él me mira a los ojos con suficiencia.

"Hoy tenemos una rueda de prensa" susurra

"Vale..."

"Necesito que digas lo bien que te lo has pasado hasta ahora en el campamento y lo acogedor que he sido"

Me río ante esto y él apretó la mandíbula, yo paro de reír y le miro a los ojos.

"Bien" susurro "Pero después de esto he terminado"

"No" sonríe "No lo harás"

Pongo los ojos en blanco y vuelvo a acercarme a Ona con una pequeña sonrisa. Me da el desayuno y me siento; me pone una mano en el muslo y me besa la cabeza.

Comemos en silencio, lo que no resulta incómodo. Termino de mandarle un mensaje a mi madre y agarro mi cuenco y el suyo antes de llevarlo a la lavadora para que lo laven.

"¿Todo bien?" Me pregunta acercándose a mí y rodeando mi cintura con su brazo mientras salimos.

"Sí", le contesto.

Volvemos a nuestra habitación y nos relajamos en la cama, ella se tumba entre mis piernas mientras vemos la tele. Puse mis manos en la parte inferior de su top, y froté círculos en su estómago.

Sinceramente, no estaba mirando la tele. La miraba a ella. Cada vez que se reía se le iluminaban los ojos, fruncía las cejas mientras se concentraba en el episodio que estaba sonando. Era preciosa, yo tenía mucha suerte.

Pronto me di cuenta de la hora y recordé la rueda de prensa que tenía con Jorge, empecé a levantarme lentamente y justo cuando creía que me había escapado ella me agarró de la mano tirando de mí hacia ella.

"Ona tengo que hacer una conferencia" sonrío y ella hizo un puchero y yo me reí.

"Por favor quédate" suplicó.

"No puedo cariño, volveré pronto" contesto tristemente mientras le tiendo mi meñique para que lo agite lo que ella hace.

"Pásalo bien"

"Gracias" respondo mientras me pongo los zapatos y salgo.

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