8.- El nacimiento de Deadpool

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Después de escapar del laboratorio y enfrentarse al rechazo de la sociedad, se sumergió en un nuevo proyecto que le permitió canalizar su dolor en algo constructivo: crear un traje que le permitiera ocultar su desfigurada piel y empezar una nueva etapa en su vida.

Pasó semanas en su pequeño apartamento, trabajando en un traje que no solo cubriera su piel, sino que también le diera un sentido de identidad en su nueva forma de ser. Su diseño era simple pero efectivo: un traje ajustado, en rojo y negro, con una máscara que cubría completamente su rostro. Quería un color rojo para minimizar el impacto de la sangre y para enmascarar su apariencia, pero también necesitaba algo práctico y resistente para sus futuras aventuras.

Cuando finalmente terminó el traje, Wade se miró en el espejo con una mezcla de orgullo y tristeza. El traje encajaba perfectamente y le daba una apariencia intimidante y distintiva. Decidió llamarse a sí mismo "Deadpool", un nombre que capturaba su nuevo estado de ser y su actitud desafiante hacia el mundo.

—Bueno, ¡ya no soy Wade Wilson! Ahora soy Deadpool, el mercenario con un sentido del humor muy particular y un traje ridículamente elegante.

Con su nuevo alias y su traje, se lanzó en busca de Francis, con la esperanza de que pudiera hacer algo para mejorar su apariencia. Sin embargo, el viaje no fue fácil. Se encontró en varios enfrentamientos con diferentes tipos de criminales, mercenarios y bandas, causando caos y generando una reputación que no pasaba desapercibida.

En uno de estos enfrentamientos, Deadpool llamó la atención de Coloso, uno de los X-Men. Coloso había sido enviado para detenerlo y, al mismo tiempo, para intentar convencerlo de unirse a la causa de los X-Men. Coloso era una figura imponente, y su presencia era un contraste marcante con la actitud despreocupada del mercenario.

—Deadpool, debes detener esto. Tus acciones solo están causando más caos. Los X-Men pueden ofrecerte un propósito mayor, una forma de usar tus habilidades para luchar contra el mal.

—¿Y qué pasa con el hecho de que el mundo me odia ahora mismo? No estoy buscando salvar al mundo, solo quiero encontrar una solución para mi piel. Además, no estoy interesado en unirme a un club de superhéroes traga pitos de cromo

—No se trata solo de unirse a nosotros. Se trata de encontrar un propósito y un camino para redimirte. La Mansión X puede ofrecerte ese propósito.

Sin embargo, no estaba en el estado de ánimo para escuchar razones. Sus enfrentamientos con Coloso y sus intentos de convencerlo fueron interrumpidos por su enfoque en encontrar a Francis y resolver su propio problema. Finalmente, después de una serie de escaramuzas y huidas, se encontró a Francis nuevamente.

—Lo siento, Wade. No puedo hacer nada por tu piel. La mutación te ha dejado con estas cicatrices permanentes. Lo que ves ahora es todo lo que serás.

Se quedó en silencio, el peso de las palabras de Francis golpeándole con fuerza. La desesperanza se mezcló con la frustración y el dolor. La realidad de su apariencia permanente se asentó sobre él, y aunque había encontrado una solución para su cáncer, la promesa de una vida con una apariencia aceptable se desmoronó.

—Entonces, ¿todo esto no fue más que una ilusión? ¿Un juego cruel de la vida? — dijo con voz quebrada

—No lo pienses así. Tu habilidad de regeneración es un don. Aunque tu piel no pueda cambiar, todavía tienes un poder que muchos desearían tener. Aprende a vivir con ello

Con el corazón pesado y la mente confundida, Deadpool regresó a su apartamento después de matar a Francis, sintiéndose más atrapado que nunca. Aunque su traje nuevo le permitía moverse por la ciudad con mayor libertad, su identidad seguía siendo un enigma doloroso. Mientras miraba su reflejo en el espejo, el héroe enmascarado no podía evitar preguntarse si había tomado las decisiones correctas y qué camino tomaría a continuación.

Reescribiendo el amor [Poolverine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora