2.- Peligroso amor

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En el campamento, entre los entrenamientos intensos y la disciplina rigurosa, Logan y Wade habían encontrado un rincón especial en su relación. El vínculo entre ellos, que había comenzado con bromas y desafíos, se había convertido en algo mucho más profundo. Cada momento compartido parecía fortalecer el lazo entre ellos, y finalmente, Logan decidió dar un paso importante.

Una tarde, después de un entrenamiento particularmente extenuante, Logan invitó a Wade a dar un paseo por el bosque para alejarse del bullicio habitual del campamento. Mientras Wade se caminaba con su característico aire relajado y juguetón, Logan intentaba ocultar sus nervios, aunque su rostro estaba claramente sonrojado.

—Oye, Wade —comenzó Logan, tratando de sonar casual a pesar de su nerviosismo— Necesito hablar contigo sobre algo.

Wade, notando el tono inusual en la voz de Logan y la expresión nerviosa en su rostro, levantó una ceja y sonrió de lado.

—¿Oh? ¿Qué pasa? No me digas que has decidido rendirte a mi increíble habilidad con las katanas.

Logan intentó sonreír, pero su rubor era inconfundible. Se aclaró la garganta antes de continuar.

—No es exactamente eso. Es... bueno, es algo más personal. —Logan tomó un profundo respiro, intentando encontrar las palabras adecuadas—. Quería preguntarte si... si te gustaría ser mi novio.

La petición era directa y sencilla, pero el nerviosismo de Logan lo hacía parecer aún más vulnerable. Wade lo observó durante un momento, su sonrisa se ensanchó mientras notaba el rubor en las mejillas contrarias.

—¿Tú, el gran Logan, nervioso? Mierda, esto es nuevo —dijo Wade, con tono juguetón— ¿No deberías estar intimidando a los chicos más jóvenes en lugar de sonrojarte por una simple pregunta?

Logan se rió nerviosamente, dándole un pequeño golpe en el brazo a Wade.

—Cállate. Esto no es fácil para mí.

Wade se inclinó hacia adelante, tomando la mano de Logan en la suya.

—Me alegra que hayas decidido preguntar. La verdad es que sí, me encantaría ser tu novio. Aunque debo decir, el hecho de que el "temido" Logan esté tan nervioso me hace sentirme un poco especial.

Logan soltó un suspiro de alivio, su rostro aún enrojecido pero iluminado por una sonrisa sincera.

—¿Especial? Bueno, eso es bueno de escuchar.

Wade sonrió ampliamente, inclinándose para darle un suave beso en la mejilla a Logan.

—Sí, y ahora tienes que acostumbrarte a que me burle de ti cada vez que te sonrojas.

Logan se rió, sacudiendo la cabeza mientras miraba a Wade con cariño.

—Lo que sea que te haga feliz. Solo no te sorprendas si un día te devuelvo las bromas.

Los dos compartieron una risa, y el ambiente entre ellos se volvió aún más cálido. A medida que se abrazaban, el campamento militar se desvaneció en el fondo, y lo que quedaba era un momento de cercanía y amor genuino. La promesa de su nueva etapa como pareja se sentía tan sólida como el acero, y ambos estaban listos para enfrentar el futuro juntos.

Los días pasaban en el campamento y aunque la rutina seguía siendo dura y exigente, Logan había encontrado un pequeño rincón de alegría en su relación con Wade.

Wade, con su personalidad enérgica y su carácter inusualmente coqueto, no perdió la oportunidad de mostrar su afecto de maneras inesperadas. Durante las misiones, a menudo lanzaba indirectas y bromas juguetonas, que, aunque a veces desconcertaban a Logan, estaban cargadas de un cariño genuino. A veces, mientras se movían por el campo de entrenamiento o se adentraban en simulaciones tácticas, Logan notaba cómo Wade le lanzaba miradas llenas de complicidad y comentarios sutiles que hacían que su corazón latiera más rápido.

Reescribiendo el amor [Poolverine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora