Donde Ruslana quiere liar a Martin con su amigo para que se olvide de su ex.
...
Su ruptura no fue fácil. Ninguna ruptura lo era. Pero la sensación de que había perdido a la personas mas importante de su vida y de que nunca iba a ser capaz de recuperarlo era suerior a él. A ver, siendo honestos, ¿cómo iba a superar al que se suponía que iba a ser el amor de su vida?
Ahora era cuando empezaba a ver los fallos, a darse cuenta de que su relación no había sido perfecta en ningún momento. No habían sido dos amantes de buen corazón condenados al fracaso debido a las circunstancias, simplemente su ex había sido un gilipollas.
Pero a pesar de todo no podía evitar recodar todo con cariño, ya que había sido su primer amor y, si le preguntabas en ese momento, te habría dicho que también había sido la única persona de la que iba a ser capaz de enamorarse.
- Ya estoy harta - exclamó Ruslana cansada de ver cómo Martin se revolcaba en su propia miseria día sí y día también -, te vas a venir de fiesta conmigo y con mi amigo y te vas a liar con él porque está bueno y es gay.
- Si está tan bueno liate tu con él - fue su única respuesta.
- Créeme que lo he intentado, pero te lo vuelvo a repetir, es gay. Pero ahora en serio Martin, deberías salir de casa y darte cuenta de que la vida merece la pena, que parece esto la casa de Bernarda Alba.
- Es que cómo voy a pensar que la vida merece la pena si he perdido al amor de mi vida - sabía que estaba siendo dramático pero era lo que pedía la situación. Habían pasado ya varios meses, ni siquiera estaba tan dolido, pero no podía negar que seguía afectado por su ruptura.
- Amor no nos engañemos que ya suficiente lo hizo tu ex liándose con medio Getxo en mitad de fiestas. Es que a veces lo pienso y me sorprende de lo gilipollas que fue, ni se molestó en ocultarlo - la pelirroja siguió con su discurso mientras se ponía un vestido para la fiesta -, además tampoco está tan bueno. Al menos no tanto como mi amigo con el que te vas a liar. Y, por si quieres más motivos para hacerlo, estudia en Madrid, así que ya tendrás un amigo para el año que viene.
Martin iba a empezar la universidad al año siguiente y había barajado la posibilidad de irse a la capital. Era algo que llevaba pensando desde pequeño, pero no podía evitar sentir un poco de pánico ante la idea de tener que mudarse a la capital sin conocer a nadie.
- Un lío no es un amigo Ruslana. Y no sé si voy a ir a Madrid.
- Bueno llámalo lío, amigo, contacto, lo que quieras pero ya conocerás a alguien y eso es algo - la chica se giró hacia su amigo, esta vez con una expresión más seria - ¿Sabes que lo digo en broma, no? O sea si te quieres liar con él, por mí encantada, pero sí que es verdad que podrías hablar con él y hacerte su amigo, así ya conocerás a alguien en Madrid y, aunque al final decidas quedarte, te puedo asegurar que te llevarías genial con Juanjo, es una de las mejores personas que he conocido.
- Lo sé tranquila. Hablaré con él. Y gracias por todo, de verdad - le dio un abrazo. La verdad era que no quería liarse con nadie, él casi había superado a su ex pero todavía no lo había hecho, y era consciente de que un clavo no sacaba a otro clavo, no quería precipitarse a nada, aunque solo fuera un lío.
Ruslana y Martin se habían hecho mejores amigos en primaria y desde entonces no habían dejado de serlo, por lo que la chica sabía perfectamente como era y que pensaba respecto a este tipo de temas. Ella era más liberal y le daba igual estar con una persona una noche para luego olvidarse, pero Martin no era ese tipo de persona. No era lo único en lo que se diferenciaban. Ruslana siempre aparentaba ser muy dura y a Martin le daba igual parecer más sensible, de todos modos sabia que la pelirroja se preocupaba por él como nadie y ambos eran conscientes de que si pasaban el siguiente curso separados iba a ser duro