Abre Los Ojos (Bartolomeo x Lectora)

3- Investigación Personal

Sin duda alguna le recordaba a su madre. Una mujer que era una buen mamá, desaparecida sin explicación alguna.

¿Había conexión alguna con lo que causó la misma desaparición de su propia madre?

—Me mantuvo distraído por un rato, su caso, pero al final resultó que fue asesinada por otro criminal. — terminó diciendo el chico de cabellera verde, matando sus esperanzas.

—Ah. — suspiró algo decepcionada. —¿Sabes algo sobre madres desapareciendo sin explicación?

—No.

Una vez más alzó su mirada para notar la cercanía que había entre los dos. Debía admitir que él era raro, pero también tenía que confesar que era de una buena forma.

<< Debería rendirme. >>

En un vano intento de disimular los ligeros nervios que experimentaba debido al extraño chico a su lado, volvió a revisar entre los papeles, no quería darse por vencida en encontrar algún tipo de explicación a la desaparición de su madre.

—¿Acaso buscas algo que tenga que ver con casos de desapariciones que sean debido a algo paranormal? — preguntó él, sus palabras activando un nuevo límite a sus nervios.

—Bueno, uh, ¿por qué la pregunta?

El contacto visual regresó por un breve minuto, aumentando esa ligera tensión. Había notado los pequeños tatuajes en el rostro del varón, debajo de su ojo derecho.

—Estás hablando con un gran amante de lo paranormal. — dijo con cierta confianza, provocando una suave sonrisa en sus labios. —De hecho, esta librería de mierda oculta-...

Fue interrumpido por la señora de antes aclarando su garganta.

—Hora de irse, jóvenes. Estamos a punto de cerrar.

Echó un rápido vistazo a las ventanas y podía apreciar los oscuros cielos. ¿Había estado ahí por un largo rato?

Ambos se pusieron de pie y (t/n) se dirigió a guardar los artículos y papeles que había tomado, perdiendo de vista al varón de antes. Estaba un poco decepcionada, pero empujó esos sentimientos a un lado y salió de la librería, siendo bienvenida por las frías brisas que abrazaron su cuerpo.

Esa noche, después de una ducha, se sentó en su cama, era su primera noche durmiendo en su nuevo hogar.

Su "discusión" con su padre regreso a su cabeza. Pero algo dentro de ella también estaba convencida de que éste edificio no estaba embrujado para nada, nunca escuchó a sus vecinos quejándose sobre algún tipo de espíritu o experiencia paranormal, tampoco se acordaba de mucho, apenas tenia cinco años cuando vivió ahí.

Aun así, estaba convencida de que el suceso con su madre se trataba de algo más.

Solo tenía que buscar algún tipo de información que le pudiera servir.

En esa librería. El simple pensamiento le devolvió al chico que conoció ahí, un tipo raro sin duda alguna. Rodó en su cama, intentando no pensar en un joven que apenas conoció y cerró sus ojos.

Al día siguiente decidió regresar a la librería. Debería estar buscando un trabajo en lugar de estar buscando entre pasillos por más artículos, sin embargo jamás podría vivir una vida casual sin encontrar explicación a la desaparición de su madre.

Ésta vez optó por buscar artículos que estuvieran vinculados con experiencias paranormales. Le tomó un tiempo en encontrar varios que tuviesen que ver con ambos, paranormal y desapariciones.

Una vez había terminado, puso todos los papeles en una mesa y se sentó. Leía cada uno, sin embargo ninguno tenía la descripción que esperaba.

La mayoría ni siquiera tenía explicación alguna, suponía que así era como las cosas que tenían que ver con lo paranormal eran.

Hubo uno que captó su atención, una madre desaparecida sin explicación alguna, dejando a su esposo y su hijo, continuaba leyendo, según el artículo, la familia mantenía una vida tranquila, demasiado.

—Créeme, no tiene nada que ver con fantasmas ni terror.

Su voz le asustó por un segundo, al voltearse un poco pudo ver al chico de ayer.

Una sonrisa se formó de manera inconsciente en su mirada. Aunque desapareció rápidamente una vez procesó sus palabras.

—¿Qué quieres decir?

—El periódico, la mayoría de veces, hace éste tipo de cosas donde intentan hacer ver algunos casos peor o misteriosos para vender más. — explicó él como si fuera algo obvio, sentándose al lado de la chica.

Pudo sentir su corazón latiendo con nervios en su garganta.

—¿Entonces qué? No significa que sea falso o algo así.

—No fue un caso "paranormal", esa mujer simplemente escapó de su vida tranquila y perfecta, engañaba a su esposo y se mudó a otra ciudad. — sus palabras le sorprendieron, frunció el ceño ligeramente. —Lo investigué.

Estaba decepcionada, nuevamente, por un segundo pensó que había hecho algo de progreso en su investigación, si así podía llamarlo, pero no fue así.

Y el pensamiento de que su madre posiblemente había hecho algo como eso, escapar y dejar a su familia atrás porque tenía algún ligue vino a su mente.

<< No, ella nunca haría algo como eso... >>

—Soy Bartolomeo, por cierto.

Alzó su mirada para conectar sus ojos con los del contrario, sonriendo con gentileza a su presentación.

—(t/n), un gusto.

—Muchos no estarían de acuerdo contigo. — bromeó él.

—Ya me di cuenta.

—¿Por qué estas interesada en lo paranormal?

Se tomó un segundo para pensarlo, no tenía problema alguno en contarla la historia de su vida a alguien que era, prácticamente, un extraño, sin embargo no quería que él tuviese una mala impresión de ella, más o menos, ni siquiera sabía el por qué.

—Es algo... personal.

Hubo un silencio por parte del chico, había comentado en ello anteriormente, lo acostumbrada que estaba a silencios incómodos, lo mucho que lo detestaba. Sin embargo, sentía cierta tranquilidad en ese momento con ese joven.

—Buscas algo en especifico, ¿no? — cuestionó Bartolomeo, notando como la mayoría de veces ella tenía en sus manos artículos sobre ciertas madres desaparecidas. —No sé mucho sobre el tema, pero sí sé que esta librería de mierda oculta cierta información en una de esas habitaciones en el fondo. Puede que tenga algo que te pueda ayudar.

Lo dudó por unos segundos, con el progreso inexistente que estaba teniendo en su investigación personal, no tenía nada que perder.

CONTINUARÁ...