Episodio 6

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Me encontraba sentada con Keisha en la cafetería, estábamos desayunando, para después ir a clases de historia.

—En serio, lo harás?- Me mira sorprendida.

—Si, hoy le escribiré a Adrián y le diré que no vaya a casa, todos los malditos días se la pasa allá metido, como si no tuviera casa- Digo molesta.

—La mejor excusa para escribirle a tu amor platónico, no crees?- Dice burlona.

—No hay alguien que mienta mejor que yo- Me río.

—Ninguna como tú, Guapa- Me tira un beso.

—Lo sé, Lo sé- Le guiño un ojo.

—Aunque no creo que le haga caso a la hermana menor de su mejor amigo- Le da un mordisco a su manzana.

—Es que un Gilipollas como el, no me hará caso.- Ruedo los ojos.

—Lo importante es que hablaran, no?- Sonríe.

—Si, pero le haré la vida imposible lo juro.- Le doy un sorbo a mi zumo de naranja.

—Tienes que Engatusarlo- Sonríe.

—Haciéndome la difícil, porque cuando un hombre sabe que está para follarlo una y mil veces, todas son facilitas y eso es lo que más les sube su puto ego pero eso cambiará, de ahora en adelante, Adrián Falcone estará a mis pies.- Digo fríamente.

—La verdad, no sé si lo odias o lo amas- Se ríe.

—Puede que mi niña interior todavía esté Enamorada de Adrián, pero mi yo de 17 años lo odia demasiado.- Digo irritada.

—Lo odias tanto que le vas a Escribir.- Se burla.

—Lo haré para que mi niña interior se sienta en paz- Digo apenada.- Pero aún así Lo odio- Digo seria.

—Recuerda cariño, Detrás del odio, Hay amor, Que nunca se te olvide eso.- Sonríe.

—Shuu...- Llevo mi dedo índice a mis labios.

—Hahaha, Dios.- Niega con la cabeza.

—De verdad, te lo juro. Adrián solo es un gilipollas, solo le enseñaré a cómo tratar a una mujer al imbecil.- Le doy un mordisco a mi manzana.

—Si tú lo dices.- Dice sin importancia.

—¿Cuándo vendrás a mi casa?- Intenti cambiar tema.

—No lo sé, veré si el fin de semana voy para tu casa- Agarra su móvil.

—El finde no se puede, mi madre volverá a casa.- Digo fastidiada.

—O sea, ¿qué ya tú madre y tu padre solucionaron sus problemas?- Me mira.

—Pues si, a pesar de todo, mamá lo
Perdono.- Vuelvo a morder mi manzana.

—Ya pero no te molestes, Recuerda es tu papá, lo único malo aquí es cuando mi padre se entere.- Dice preocupada.

—Por qué? A tu padre le gusta mi madre?- Digo sorprendida.

—No, claro que no, pero sabes que mi padre ahora es buen amigo de tu madre, son como mejores amigos. Y mi padre y el tuyo son como el agua y el aceite- Dice seria.

—Si, cierto, es un problemita chiquitito.- Sonrío nerviosa.

—Bueno, pero no creo que tú madre deje que esos dos, se lleguen a discutir.- Vuelve a mirar su móvil.

—La verdad, no. pero bueno, que se puede hacer.- Me encojo de hombros.

—Exacto.- Agarro mi móvil.

Detrás del odio, hay amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora