Me encontraba sentada con Keisha en la cafetería, estábamos desayunando, para después ir a clases de historia.
—En serio, lo harás?- Me mira sorprendida.
—Si, hoy le escribiré a Adrián y le diré que no vaya a casa, todos los malditos días se la pasa allá metido, como si no tuviera casa- Digo molesta.
—La mejor excusa para escribirle a tu amor platónico, no crees?- Dice burlona.
—No hay alguien que mienta mejor que yo- Me río.
—Ninguna como tú, Guapa- Me tira un beso.
—Lo sé, Lo sé- Le guiño un ojo.
—Aunque no creo que le haga caso a la hermana menor de su mejor amigo- Le da un mordisco a su manzana.
—Es que un Gilipollas como el, no me hará caso.- Ruedo los ojos.
—Lo importante es que hablaran, no?- Sonríe.
—Si, pero le haré la vida imposible lo juro.- Le doy un sorbo a mi zumo de naranja.
—Tienes que Engatusarlo- Sonríe.
—Haciéndome la difícil, porque cuando un hombre sabe que está para follarlo una y mil veces, todas son facilitas y eso es lo que más les sube su puto ego pero eso cambiará, de ahora en adelante, Adrián Falcone estará a mis pies.- Digo fríamente.
—La verdad, no sé si lo odias o lo amas- Se ríe.
—Puede que mi niña interior todavía esté Enamorada de Adrián, pero mi yo de 17 años lo odia demasiado.- Digo irritada.
—Lo odias tanto que le vas a Escribir.- Se burla.
—Lo haré para que mi niña interior se sienta en paz- Digo apenada.- Pero aún así Lo odio- Digo seria.
—Recuerda cariño, Detrás del odio, Hay amor, Que nunca se te olvide eso.- Sonríe.
—Shuu...- Llevo mi dedo índice a mis labios.
—Hahaha, Dios.- Niega con la cabeza.
—De verdad, te lo juro. Adrián solo es un gilipollas, solo le enseñaré a cómo tratar a una mujer al imbecil.- Le doy un mordisco a mi manzana.
—Si tú lo dices.- Dice sin importancia.
—¿Cuándo vendrás a mi casa?- Intenti cambiar tema.
—No lo sé, veré si el fin de semana voy para tu casa- Agarra su móvil.
—El finde no se puede, mi madre volverá a casa.- Digo fastidiada.
—O sea, ¿qué ya tú madre y tu padre solucionaron sus problemas?- Me mira.
—Pues si, a pesar de todo, mamá lo
Perdono.- Vuelvo a morder mi manzana.—Ya pero no te molestes, Recuerda es tu papá, lo único malo aquí es cuando mi padre se entere.- Dice preocupada.
—Por qué? A tu padre le gusta mi madre?- Digo sorprendida.
—No, claro que no, pero sabes que mi padre ahora es buen amigo de tu madre, son como mejores amigos. Y mi padre y el tuyo son como el agua y el aceite- Dice seria.
—Si, cierto, es un problemita chiquitito.- Sonrío nerviosa.
—Bueno, pero no creo que tú madre deje que esos dos, se lleguen a discutir.- Vuelve a mirar su móvil.
—La verdad, no. pero bueno, que se puede hacer.- Me encojo de hombros.
—Exacto.- Agarro mi móvil.
ESTÁS LEYENDO
Detrás del odio, hay amor
Short StoryLucia Salvatore, siempre estuvo enamorada de Adrián Falcone, pero Adrián nunca estuvo enamorado de Lucia, el siempre la veía como una niñata, una mocosa estúpida, que solo vive en su mundo con los libros. Lucia al cumplir los 16 años, empezó a salir...